Rodrigo Aragao vive en Brasil y en noviembre se volvió viral tras contar que su Chevrolet Onix de nueva generación, recién salido del concesionario, se prendió fuego mientras conducía por una falla de fábrica. El hombre se quejó con la marca y el concesionario y, este último, le dio una retribución mayor a la esperada.
"General Motors no respondió a ninguno de mis intentos de contacto por teléfono, correo electrónico o Twitter", contó Aragao en diálogo con la prensa local. Sin embargo, la agencia de autos no se hizo la desentendida y le entregó un vehículo que valía el soble del que había comprado.
Así, el damnificado se fue del concesionario con un Cruze Premier 2020, un coche más grande, más tecnológico y con más potencia, sin pagar un peso.
En tabla el nuevo auto de Aragao cuesta exactamente 49.890 reales más del que había comprado.
La falla en el software
Según contó Aragao, tuvo que entregar su coche incendiado al concesionario, desde donde lo enviaron a la fábrica, ubicada en San Pablo, para que la marca lo analice.
De cara a este caso, el fabricante solicitó a más de 19 mil clientes que habían adquirido un modelo igual o similar pasar por el concesionario para realizar una revisión técnica y reemplazar el software del motor.
Asimismo, Chevrolet explicó en un comunicado que "en condiciones muy específicas de presión atmosférica, temperatura ambiente, humedad relativa y composición del combustible, condiciones combinadas poco probables, el software de gestión del motor eventualmente puede fallar, con riesgos de daños al motor y potencial incendio".