Matt y Adele Allen son papás poco convencionales: no mandan a sus hijos a la escuela, no los vacunan, les dan lactancia indefinida y eligen para ellos una crianza "sin reglas". Este controvertido método, les ha valido las críticas de sus amigos y familiares, pero también los ha vuelto famosos en su país.
La iniciativa de criar a sus hijos libres de toda imposición y con métodos naturales fue de Adele, pero Matt la apoyó desde el primer momento. Todos sus bebés nacieron en la casa que habitan en Sussex, al sur de Inglaterra, y esperaron el tiempo necesario para que su cordón se desprendiera solo.
La última en llegar al mundo fue Kai, a quien Adele tuvo sin asistencia médica en una piscina inflable.
Lejos de lo recomendado por los médicos, decidieron no vacunar a sus hijos, ya que consideran que si se enferman existen múltiples remedios naturales para calmarles sus dolencias. Sin embargo, este argumento podría explicar cómo tratan las pero no la prevención de las mismas.
Por ejemplo, Adele ha contado a los medios locales que varios estudios avalan que la leche materna es buena para atacar infecciones, como por ejemplo la conjuntivitis.
Con respecto a la lactancia, Adele no niega la teta a ninguno de sus hijos. Según explicó, ella está decidida a amamantarlos hasta que dejen de pedirle.
Ninguno de sus hijos conoce lo que es una escuela. La pareja prefiere educarlos en casa, con materiales que ellos les ofrecen para hacer el aprendizaje lo más libre y divertido que se pueda.
Los Allen piensan que esta forma de crianza hará libres a sus hijos y los ayudará a ser personas más concientes y amigables con el medio ambiente.
Hace ocho meses, la familia fue desalojada de su casa y tuvo que mudarse a un departamento de un bloque de viviendas sociales de la zona. Desde allí, siguen firmes en sus convicciones y continúan con este método de crianza que ya logró llamar la atención de sus nuevos vecinos.