Javkin anunció ante concejales el alcohol cero, la unificación de las áreas de control y un nuevo código de convivencia

En un discurso que apeló a la paz y el entendimiento el intendente abrió por primera vez el período de sesiones ordinarias en el Palacio Vasallo.

El ex diputado nacional encabeza la ceremonia desde las 11.30. (Prensa Concejo Rosario)
El ex diputado nacional encabeza la ceremonia desde las 11.30. (Prensa Concejo Rosario)

Como forma de trazar un balance de un período intenso de gestión que ni siquiera llegó a tres meses, el intendente Pablo Javkin dejó inaugurado el período de sesiones ordinarias del Concejo Municipal de Rosario con un discurso en el que hubo algunos anuncios, menciones a la violencia que afecta la ciudad e incluso algunas críticas a la herencia recibida de Mónica Fein.

El mensaje a los ediles se inició con una clara apelación a la necesidad de contribuir a la pacificación de las calles donde disputas de grupo vinculados al delito se siguen dirimiendo con sangre, llevando a cifras alarmantes los casos de homicidios en lo que va del año.

Si bien volvió a manifestar que en la administración local "no tenemos policía, ni armas de fuego", elementos que son potestad de la provincia y la nación, el jefe del Palacio de Leones planteó sin embargo que "para enfrentar al delito organizado también hace falta unión, trabajo y valentía".

"A la división se le gana abriendo calles, generándole oportunidades a los jóvenes, cuidando a los grandes y a los pibes, a las mujeres, en definitiva, respetándonos", expresó Javkin, en clara alusión a la base de las políticas sociales que busca plasmar en el ejercicio de la intendencia.

"Actuamos antes y actuamos ahora, cuando el crimen se hizo presente en un lugar de diversión. Quiero que quede algo muy claro: no vamos a mirar para el costado. Somos inflexibles. En Rosario, el que no cumple la norma, es sancionado y con medidas muy fuertes", destacó luego, para referirse a la investigación en torno a la muerte de Carlos Orellano y que derivó en la clausura preventiva del boliche Ming River.

Con su amiga y compañera de militancia, María Eugenia Schmuck a su derecha, Javkin añadió: "No voy a descansar mientras la violencia nos robe a nuestros pibes de las familias, los colegios y los clubes, que es donde tienen que estar para crecer como buenos ciudadanos”.

Unificación

Como ya se había adelantado antes de asumir, Javkin aprovechó su disertación en el Palacio Vasallo para anunciar la inminente unificación de las áreas de inspección, que hoy están diferenciadas en Dirección de Tránsito, Guardia Urbana Municipal y Control Urbano.

Es decir que las tres reparticiones se convertirán en una sola agencia. "Tenemos 486 agentes municipales dedicados a esta tarea, 206 en la GUM, 150 en control urbano y 130 en inspección, a los que se suma la histórica Dirección General de Tránsito. Es necesario evitar que actúen en forma dispersa y sin coordinación. Vamos a integrar y unificar toda la tarea de control municipal. Un cuerpo de control municipal en Rosario, en la calle", planteó.

"La próxima semana vamos a elevar al Concejo el proyecto del nuevo Código de Convivencia Ciudadana, una herramienta imprescindible para proteger la vida y seguridad de las personas. Vamos a endurecer las sanciones para aquellas actividades que no garantizan las condiciones de seguridad o que incumplen la normativa", prosiguió en su discurso para definir que el código actual, redactado en 1981, "¡No va más!".

La iniciativa del alcohol cero para los conductores particulares fue otra arista que Javkin decidió poner en relieve. "En la ciudad de Rosario en el año 2019 ingresaron en el Heca 2.639 lesionados por accidentes de tránsito", argumentó, para destacar la inminente implementación de la norma.

Sobre lo recibido

Aunque en los primeros meses al frente del Municipio actuó con un tono moderado sobre la herencia recibida del socialismo, Javkin esta vez decidió compartir algunos números que grafican el presente de las arcas de las intendencia. "Asumimos con un déficit crónico retroalimentado por un elevado nivel de endeudamiento", dijo, y presentó cifras.

"Los números no mienten: en el año 2020 los servicios de la deuda alcanzarán los 4.000 millones, el 11 por ciento del gasto municipal. A esto hay que sumarle una deuda flotante estimada en 1.200 millones que afecta a gran cantidad de proveedores, y otros compromisos heredados, como certificados de obra pública por un monto de 1.100 millones y descuentos por casi 1.700 millones por anticipos extraordinarios de coparticipación de años anteriores", sostuvo.

Agregó que "tenemos la obligación de ser austeros y responsables en el uso de los recursos" y tal como prometió el día de su asunción, destacó el objetivo prioritario en la distribución de los fondos existentes. "Más de seis pesos de cada diez que se gastan están destinados a asegurar los derechos más urgentes y básicos: salud, políticas sociales, mantenimiento y respuesta rápida a los problemas urbanos y cuidado de los más chicos. Vamos a dejarnos la piel intentando no perder más chicos en la pobreza, en el delito ni en las adicciones", puntualizó.