Este 27 de junio Rocío Guirao Díaz cumplió 39 años y lo celebró con sus amigos más cercanos en Miami, Estados Unidos, donde se radicó junto a su esposo Nicolás Paladini e hijos desde el 2021. Allí continuó su carrera como modelo y tomó un camino más espiritual al convertirse en instructora de yoga.
A través de sus redes sociales comparte con los usuarios algunos detalles de su nueva vida y muestra sus paseos en la playa, sus rutinas de entrenamiento y hasta algunas sesiones de fotos y proyectos con reconocidas marcas. Sin embargo, hay un costado personal que prefiere mantener lejos de la exposición.
Se trata de su alimentación. Una de sus pasiones es el cuidado de su cuerpo, que lo logra a través de una rutina de belleza y ejercicios físicos combinado con una dieta saludable, pero no suele compartir ni revelar consejos a sus 2.1 millones de seguidores en Instagram.
Así lo reveló tiempo atrás a través de una historia ante la consulta de un usuario. “¿Podés mostrar más tus comidas y los entrenamientos que hacés?”, fue la pregunta de un seguidor y con la mejor de las ondas, Rocío le explicó que no lo haría.
“No soy partidaria de mostrar comida en Instagram. Cada tanto les puedo compartir un plato que esté pare la foto, pero mostrar todo lo que como no me parece sano ni productivo. Les aconsejo seguir a nutricionistas que den buenos consejos”, argumentó convencida.
Acto seguido etiquetó a las profesionales Romina Pereiro y Daniela Lopilato y aseguró: “Ellas dos me encantan y son súper coherentes”.
La dieta “libre de culpas” de Rocío Guirao Díaz
Con una rutina de ejercicios muy exigente, la modelo cumple con una dieta saludable que le permite darse algunos gustos de vez en cuando. Tiempo atrás contó en una entrevista que para mantener la figura acostumbrar entrenar 5 veces a la semana durante una hora, además de cuidar su alimentación.
“En la semana trato de comer ensaladas, pollo, pescado, una dieta bastante sana. Eso sí, los fines de semana me doy mis gustitos y como de todo. ¡Si entrenás cinco días seguidos y no podés comer un chocolate sin culpa, no es vida!”, reconoció en Infobae.