¿Alguien en la sala que no guste del queso? Por supuesto que no. Se trata de un producto noble que levanta cualquier comida, es rico para comer solo y la compañía perfecta de los platos preferidos de los argentinos.
Sin embargo, siempre hay algún secretito por aprender. Te traemos cuatro trucos fáciles de aplicar para que optimices su uso. Sea cual sea el queso que tengas en la heladera vas a querer poner en práctica estos consejos.
Cuatro trucos para optimizar el uso del queso
- Cómo rallar quesos fácilmente
Hay quesos que por su textura son difíciles de rallar. Hablamos de los blandos, como la muzzarella, el brie, Camembert o fontina. En estos casos, lo ideal es ponerlos media hora antes en el freezer, de esa manera se logrará que tengan una textura más manejable a la hora de rallarlos. Ideal para poner una capa fina y mandar a gratinar.
- Usar las cáscaras de los quesos duros
Las cáscaras de quesos duros se pueden congelar y, luego, usar para potenciar el de distintas preparaciones: estofados, caldos, guisos. Una vez cocidos los platos, al estar enteras las cáscaras son fáciles de retirar.
- Cómo servir el queso correctamente
Lo ideal es retirarlo de la heladera una media hora antes de consumirlo para que, a temperatura ambiente, recupere su máximo sabor y textura.
- Cortar el queso como un profesional
Cortar el queso fresco suele convertirse en una odisea porque pierde su forma enseguida. Si no tenemos cortador de queso (se consiguen en los bazares) o se nos rompió hay una solución bien doméstica y práctica: hilo dental. Con un trozo de hilo dental podemos controlar el grosor de las fetas que necesitamos obtener.