El té es a los chinos lo que el mate es a los argentinos. En todas las ciudades y pueblos de China el consumo de té es muy importante y no se limita sólo a beberlo, sino que es parte de una ceremonia que reviste distintos significados.
Además de ser una bebida reconfortante, el té en China tiene también usos medicinales: ayudar a digerir alimentos grasosos, estimular y avivar la mentalidad y aliviar la inflamación. A su vez, se suele incluir en las comidas ya sea frito mezclado con verduras, como ingrediente dentro de la salsa o en formato de sopa con arroz, entre otros platos típicos.
En China son seis las categorías de té más difundidas: verde, rojo, amarillo, oscuro, blanco y Oolong. Cada especialidad se realiza en una zona geográfica diferente, variando las hojas utilizadas y el proceso de elaboración. "El más popular es el té verde", explica Zuo Ning, profesora de chino en la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing. Y agrega que "en China también gusta mucho el té blanco, porque lo consideramos un producto menos procesado y con un buen efecto antiinflamatorio".
La ceremonia del té tiene a su vez significados más profundos. Servirle una taza a otra persona puede ser señal de respeto o arrepentimiento por una mala acción. Las reuniones familiares giran en torno a la ceremonia del té, siendo esta una excusa para estar juntos y charlar. Incluso se bebe té en las bodas tradicionales, donde el novio y la novia se arrodillan delante de sus padres y les sirven esta bebida como gratitud por la crianza.
¿Cómo es la ceremonia del té?
Esta ceremonia tiene sus raíces en la tradición influida por el budismo, y significa la búsqueda de la quietud mental y la plenitud de los sentidos. Los pasos a seguir son:
1. Calentar el agua a la temperatura deseada (Entre 80-100ºC dependiendo del tipo de té).
2. Colocar la tetera y los cuencos sobre la bandeja. Enjuagar la tetera y los cuencos con agua caliente por fuera y por dentro para limpiarlos y darles temperatura. Luego se vacían.
3. Llenar la tetera con agua caliente, y cubrir las hojas. Después de unos 10-15 segundos, desechar la primera infusión, ya que se realiza para lavar las hojas.
4. Se añade el agua caliente de nuevo y se coloca la tapa. Se continúa vertiendo el agua sobre la tapa, mientras se deja reposar el té. El tiempo de reposo dependerá de la variedad, pero ronda en torno a un minuto.
5. Servir la infusión en las tazas, sin llenarlos del todo, varias veces hasta que estén llenos. Esto se hace para asegurar que todos los cuencos contienen el té de la misma intensidad de sabor y aroma.
Dependiendo del tipo y la calidad del té se pueden hacer hasta cinco infusiones con las mismas hojas.