Desde que se convirtió en parte de la realeza Máxima Zorreguieta, hoy conocida como Máxima de Holanda, sigue estrictamente un protocolo que aplica tanto a ella como a cada miembro de la familia real.
Ya sea para asistir a un evento, en su forma de vestir o incluso en cómo agarran los cubiertos, los reyes y su descendencia tienen que seguir al pie de la letra ciertas normas. Sin embargo, recientemente, Máxima sufrió un desliz.
El tercer martes de cada septiembre está marcado para siempre en la agenda de la familia Orange: es el día en que se celebra el Prinsjesdag o Día del Príncipe. Hasta ahora era una regla que las invitadas reales vistieran tal como marca la etiqueta, con vestido largo con tocado o pamela.
El original atuendo de Máxima de Holanda
Lejos de quedarse en el molde, Máxima de Holanda buscó innovar y apareció por primera vez con un pantalón para la ocasión. En las fotos oficiales se la ve a la autoridad mayor con una pieza ancha en color rosado, diseñada por Claes Inversen, con una blusa del mismo color, la banda oficial cruzando su cuerpo y un gran abrigo que simula ser una especie de flor amarronada.
El cabello lo llevó recogido y sumó una gran flor sombrero que hoy es tendencia entre los famosos alrededor del mundo.
Otro dato relevante de la ceremonia es que se sumó Alexia, la hija del medio de Máxima, de 18 años. Tanto ella como Amalia, la heredera, han seguido la norma y lucieron largos vestidos elegantes.
La heredera al trono fue quien se llevó todas las miradas: se la vio con una pieza azul Klein ajustada a la cintura, con gran escote y un vuelo medio. El pelo también lo llevó recogido en un peinado similar al de su madre. Como accesorio, sumó un prendedor en forma de flor, un abrigo marrón y aros a juego con el vestido.