María Emilia Fernández Rousse, una de las queridas Trillizas de Oro, revivió uno de los momentos más difíciles de su vida al hablar sobre el grave accidente que sufrió su hijo, Clemente Zavaleta Jr., en 2022. El joven, apodado “Corchito” en el mundo del polo, fue protagonista de un devastador episodio mientras disputaba un partido del World Polo League en Palm Beach, Estados Unidos, lo que desencadenó una larga y dolorosa recuperación.
El accidente sucedió cuando Clemente cayó de su yegua en pleno partido, dejando a su madre y a toda su familia enfrentando una situación que nunca imaginaron. “Los accidentes son devastadores, de un día para el otro, te avisan que sufrió un accidente de polo”, expresó María Emilia en una entrevista con Caras. Con sinceridad, la famosa agregó: “Mi marido jugó toda la vida al polo, jamás se me ocurrió que se iba a caer. Mi hijo siempre fue muy correcto en el polo”.
La gravedad del accidente tomó por sorpresa a la familia, que se encontraba en Mar de Cobos disfrutando del verano cuando se enteraron de la noticia. El dolor y la incertidumbre marcaron el inicio de una lucha por la vida de Clemente.
El accidente que conmocionó a la familia Fernández Rousse
El momento del accidente fue un golpe devastador para la familia Fernández Rousse. Clemente Zavaleta Jr., fue trasladado de urgencia en helicóptero, mientras su madre y tías, Eugenia y María Laura, esperaban desesperadas noticias desde Argentina.
María Emilia relató una anécdota conmovedora que le dio fuerzas para seguir adelante. “Eugenia había perdido a Geñi. Cuando yo hablo por teléfono y les cuento a las chicas que ‘Clementito’ se cayó y lo están llevando en helicóptero, Eugenia me dice: ‘No le va a pasar nada porque Geñi está ahí’. Nunca lo conté. Al otro día me tomé un avión con mi familia”, confesó la Trilliza.
La recuperación de Clemente fue larga y complicada, pero la familia no estuvo sola. Se organizó una cadena de oración que les dio el apoyo necesario en esos momentos tan difíciles. “Sentimos la oración de todas las personas que nos acompañaron”, recordó María Emilia. Y con emoción, agregó: “Es un milagro. Lo vi a mi hijo muerto durante 25 días. No le daban 24 horas”. Hoy, Clemente sigue recuperándose, pero el amor y la fortaleza de su familia fueron clave para superar este difícil momento.