Cada vez que me hacen una nota o alguna entrevista existe una pregunta de cajón: Franco, ¿por qué siendo abogado, magíster, docente, te dedicás a ser youtuber?
La verdad es que, al principio, era un poco incómodo. Pero después de unos años congeniando mis actividades, me puse a pensar que es algo que, definitivamente, todo el mundo debería ser. Estar en esta plataforma, o cualquier otra semejante, te enseña muchas cosas, inclusive de una manera que vos ni siquiera te das cuenta y, por eso, recomiendo que tus hijos sean youtubers. Y, también, te lo recomiendo a vos. Con cinco razones y una perlita final lo vas a entender.
Cuáles son las cinco razones por las que tu hijo debe ser youtuber
- te da un gran poder de resiliencia: en YouTube no tenés resultados rápidos, nunca. Es muy difícil que tengas algún tipo de resultado si no trabajas consistentemente durante un año y medio (mínimo). Obviamente existen excepciones. Pero si no sos frecuente y no sos resiliente es muy difícil lograr resultados. Esta es una gran manera de que tu hijo o tu hija vayan aprendiendo que la frecuencia y el foco son sumamente necesarios para alcanzar los resultados. “Mister Beast”, por ejemplo, uno de los Youtubers más conocidos del mundo, tuvo que subir más de 100 videos para empezar a cobrar por lo realizado. Fíjate cuánto hay ahí de trabajo y foco sin recibir nada a cambio.
- Entendes la aplicación de la oferta y demanda: la red misma te va orientando hacia dónde tenés que enfocar tu producto, tu servicio, o tu video. Es algo que la gente, muchas veces, no quiere asumir. De hecho, gran parte de los emprendimientos que fracasan tienen que ver con que, justamente, la gente se enamora de sus ideas y dice: “Lo mío es perfecto.” y, en realidad, no funciona así. Vos podés tener la mejor idea del planeta, pero si el mercado no la quiere, tenes que cambiar el enfoque. Y entender que allá afuera existe un mercado que va a juzgar, a analizar, y sobre todas las cosas, a decidir sobre qué consumir y que no, te hace desarrollar una gran habilidad de pivoteo.
- Cuánto más videos hagas, más plata vas a ganar. Fin de la ecuación: ¿Sabés lo importante que es para un chico que se dé cuenta que cuánto más trabaje, más guita va a ganar? En mi caso, es 100% así. ¿Por qué? Bueno, porque el foco y la frecuencia son sumamente importantes. De alguna manera, le está enseñando a un chico algo que no es necesario que se lo digan porque lo va a corroborar por sus propios medios… “Cuanto más te esfuerces, más vas a ganar”.
- Aprendés a escuchar y a leer a tu cliente: a esta parte hay que tomarla con más cuidado porque, obviamente, cuando la exposición empieza, las críticas no tardan en llegar. Dicho sea de paso, está bueno que suceda en cierta medida porque si no nosotros vamos creciendo y uno de los grandes problemas de hoy es no poder soportar la crítica objetiva. Que alguien me diga: “Franco, mirá, la verdad que no entiendo muy bien lo que estás explicando”. Eso es una crítica objetiva que me está dando algo. Saber
- Conocimiento y aprendizaje: cuando un chico o una chica joven empieza a tener su canal, tiene que empezar a estudiar cosas que hoy en día son habilidades sumamente requeridas en el mercado: Copyright, posicionamiento orgánico, titulaciones, edición, sacar fragmentos determinados, publicitar. Hay temas que el sitio te va enseñando porque si no no vas creciendo. Vas a empezar a involucrarte y a estudiar cosas que son muy requeridas por todas las empresas. Indirectamente, estás formando nuevas habilidades que te abrirán muchas puertas y eso ya, para mí, es motivo más que suficiente para que intentes darle una chanza a YouTube.
Y el bonus, que tiene mucho que ver con mi materia, es la práctica de la oratoria. Cuando armás un video para YouTube, te vas a escuchar después, y ese es el puntapié fundamental para mejorar nuestra comunicación. ¿Y por qué? Por qué al video siguiente vas a decir: “Uy, no. El video pasado dije ‘Eeeeeh’, y en este no lo puedo decir”. Simplemente, escucharte para grabar un video nuevo va a hacer que mejores tus habilidades comunicacionales. ¿Te parece poco?
*Por Franco Pisso, abogado y docente universitario de Oratoria Jurídica, que se dedica activamente a la divulgación de conocimiento a través de las redes sociales.