Máximo Chihade, el hijo menor de Mariana Fabbiani y su esposo Mariano Chihade, celebró su noveno cumpleaños recientemente. Aunque la conductora suele mantener su vida privada fuera de las redes sociales, en esta ocasión decidió compartir su felicidad con sus seguidores al mostrar cómo ha crecido su pequeño.
Mariana Fabbiani suele cuidar celosamente la privacidad de sus hijos. A pesar de haber acompañado a su madre en algunos programas televisivos en el pasado, tanto Maxi como Matilda (su otra hija), no tienen presencia pública en las redes sociales, ya que sus padres son muy precavidos en este aspecto.
En una entrevista realizada en el programa LAM (América) en mayo pasado, Mariana explicó: “Mariano es bastante celoso de que los muestre. Yo vengo de una familia de artistas, y aunque la exposición no era la misma, estábamos más acostumbrados. Siempre que publico algo, lo hago con todas las autorizaciones necesarias”.
En la misma entrevista, Mariana compartió la pasión de sus hijos por la música y cómo comparten un lazo especial con su bisabuelo fallecido: “Tengo el piano de mi abuelo en casa, y hoy Maxi, mi hijo, se sienta en ese piano y toca, al igual que Matilda. Empezaron a tomar clases hace un tiempo, aunque luego las dejaron, pero el piano sigue sonando. Mis hijos conocieron a sus bisabuelos (Mariano y Myrna) a través de anécdotas, es nuestra forma de mantenerlos cerca”.
El emotivo mensaje de Mariana Fabianni a su hijo Máximo
Acompañando una serie de fotografías actuales que reflejan el crecimiento de Maxi, Mariana Fabbiani expresó su alegría y amor de madre en un mensaje especial: “¡¡Feliz cumple Maxi!! ¡Y ya son 9! Tengo la suerte de ser tu mamá, mi hombrecito lleno de amor para dar. Tan inteligente y lleno de alegría, siempre iluminando todo”.
Concluyó sus felicitaciones con un mensaje dedicado a este día tan importante en la vida de su hijo: “¡¡Deseo que seas siempre libre y feliz!! Y que todos tus sueños se hagan realidad. Te amo infinitamente”. En las imágenes compartidas, Maxi se encuentra disfrutando de unas vacaciones en familia, luciendo con orgullo su remera favorita de San Lorenzo e incluso navegando en un barco.