Hace más de una década, Mónica Ayos se mudó a México junto a su pareja, Diego Olivera, y su hija en común: Victoria. Además los acompañó Federico, el hijo mayor de la actriz producto de una relación anterior, que tiene 32 años, es influencer y actor.
La vida de Federico supo tener orígenes trágicos que, a través de resiliencia y amor, parece que ha logrado superar. El joven nació cuando Mónica Ayos tenía 20 años, fruto de una relación tormentosa en la que la actriz sufrió violencia de género. Su papá se suicidó cuando él tenía apenas cuatro años. De chiquito, debido a todos estos traumas, se supo que Federico tuvo dificultades en el habla que logró superar con ayuda profesional.
“Ese hombre que hoy ven crecer tanto y con semejante proyección en su carrera es aquel niño que muchos recuerdan iba de mi mano”, contó Mónica sobre su primogénito. El actor, que fue adoptado por Diego Olivera, hoy brilla en una serie de Netflix y en una novela de la televisión mexicana.
Además, trabaja de modelo. Federico, que es muy fanático de River Plate y le encanta tocar la batería, brilló protagonizando las ficciones La Candidata, Te acuerdas de mí y Mi marido tiene familia, proyectos que lo posicionaron como actor más allá de las fronteras mexicanas.
La vida de Federico Ayos en México
En Instagram, Federico tiene más de medio millón de seguidores. Se describe a sí mismo como actor y “loco por River Plate”. Federico estudió actuación en el CEA (Centro de Educación Artística) y, desde su debut en Corazón que miente, en 2016, se convirtió en un actor reconocido en México y luego participó de dos proyectos importantes: El Dragón (Netflix) y Médicos, línea de vida (Las estrellas TV).
Sobre el orgullo que siente por su primogénito, Mónica escribió: “Me preguntan si ese hombre que hoy ven crecer tanto y con semejante proyección en su carrera es aquel niño que muchos recuerdan iba de mi mano, tan chiquito, de ojos azules, pelo largo ruliento, vago, canchero, gracioso, desinhibido e inquieto: SIIIIIII es el mismo!!! Y se ha convertido en un pedazo de actor que que muestra en la cancha su talento y ángel, con formación, responsabilidad, compromiso y pasión por lo que hace, que es mas que obvio, me llena de orgullo como a cualquier madre. Sí, es él mismo. Y sepan que lo amo tantísimo”.