"Sólo con la mirada ya te agradece": un encargado de edificio ayuda a adultos mayores durante la pandemia

Se trata de Julio Villagarcía, que a pesar de la propagación del coronavirus en Buenos Aires, ayuda desinteresadamente a quienes aún no pueden salir a la calle.

Durante la propagación de la pandemia del coronavirus en Argentina, se viralizaron a través de redes sociales muchos gestos solidarios de vecinos a lo largo y ancho del país.

En esta ocasión, se trata de Julio Villagarcía, encargado de un edificio ubicado en el barrio porteño de Belgrano. Su historia conmovió a propios y extraños, ya que el hombre recorre la zona y le realiza las compras a los adultos mayores que viven allí.

"Me debe diez pesos: la voy a poner en la lista negra", dice Julio, entre risas a Estela, una vecina de 82 años que cumple con el aislamiento social, preventivo y obligatorio en la ciudad. También le paga los impuestos y en sus ratos libres, el encargado ayuda con la tarea de la escuela a sus dos hijas.

Durante la semana, atento a las recomendaciones y protocolos sanitarios, recorre los pisos del edificio para ayudar de manera desinteresada a "los abuelos", como él los llama.

Es encargado del edificio y ayuda a los ancianos durante la pandemia (Créditos: Gobierno de la Ciudad)
Es encargado del edificio y ayuda a los ancianos durante la pandemia (Créditos: Gobierno de la Ciudad)

"La gente ve cómo uno se comporta y se va dando cuenta de quién es uno y eso genera confianza. Yo los ayudo a hacer las compras y ahora que volvieron a abrir los locales, a pagar los impuestos. Les doy la seguridad de contar con alguien que les da una mano en esta situación que no esperábamos", reconoce Julio.

El hombre, que es oriundo de Tucumán, trabaja desde 2010 en el edificio ubicado en Monroe entre Cuba y Arcos, ayuda a tres mujeres y un señor. "Los más chicos ponen cartelitos en el ascensor. En este edificio no hay problemas: somos como una gran familia. La verdad, 11.000 puntos", agradecio.

" Solamente con la mirada ya te agradece", confiesa Julio. (Créditos: Gobierno de la Ciudad).
" Solamente con la mirada ya te agradece", confiesa Julio. (Créditos: Gobierno de la Ciudad).

"La otra persona te mira, y solamente con la mirada ya te agradece. Se siente bien él, y te sentís bien vos. Yo me siento útil. Más allá de darles una mano me doy una mano a mí, porque me hace bien. La solidaridad nos hace bien a todos", sintetizó Julio, con una sonrisa en su cara