A casi una década de su debut, el aclamado film animado “La tortuga roja” se estrena por primera vez en los cines de Latinoamérica, llegando a las salas argentinas este jueves 16 de octubre de 2025.
Esta pieza es una producción especial de Studio Ghibli, el sello detrás de joyas como “El viaje de Chihiro”, “El niño y la Garza” y “Mi vecino Totoro”. La particularidad de esta cinta radica en que fue la primera coproducción internacional de Ghibli con un director extranjero y no japonés: el cineasta holandés Michaël Dudok de Wit.
El paso de la Tortuga Roja por Cannes
La película, cuyo título original es La tortue rouge, fue el primer largometraje de Dudok de Wit, quien ya había ganado un Óscar en 2001 por su cortometraje Father and Daughter.

Tras su presentación internacional en el Festival de Cine de Cannes hace casi diez años, la obra fue galardonada con el Premio Especial del Jurado en la sección “Una Cierta Mirada”. El director japonés Isao Takahata, uno de los fundadores de Studio Ghibli, elogió el film como un “logro asombroso”, destacando que Dudok de Wit consiguió “describir la verdad de la vida, de forma sencilla pero profunda, y con verdadero corazón”.
El estreno de La Tortuga Roja en los cines de Argentina
La llegada a Argentina de "La Tortuga Roja" ocurre luego de que Studio Ghibli obtuviera un Oscar reciente por “El Niño y la Garza” y después de que, durante este año, se realizara en Argentina un ciclo que permitió ver once clásicos del estudio en pantalla grande.
La “Tortuga Roja” se estrena este jueves 16 de octubre en los cines de Argentina.

“La tortuga roja” es una fábula sin diálogos que tiene una duración de 80 minutos y un tratamiento visual refinado. La cinta ha sido clasificada como ATP (Apta para Todo Público).
De qué trata la Tortuga Roja
El elemento más distintivo del film es la ausencia de palabras, además del encanto visual que ofrecen todas las películas del estudio japonés.
La trama sigue a un hombre que naufraga en una isla tropical desierta. En un inicio, sus intentos por construir una balsa para escapar se ven frustrados por la irrupción de una inmensa tortuga roja. La tortuga, que da nombre al film, es más que un simple animal; representa un símbolo, una fuerza de la naturaleza que a la vez “protege y condena, que obstaculiza y guía”.

El enfrentamiento del náufrago con este misterio existencial lo obliga a quedarse, transformándose en una metáfora sobre la vida misma, con sus ciclos, pérdidas y revelaciones. La isla deja de ser solo un lugar geográfico para convertirse en un “espacio interior”, donde la naturaleza ofrece resistencia, enseña y devuelve.
La banda sonora, a cargo de Laurent Perez Del Mar, resulta esencial para amplificar las emociones no pronunciadas, convirtiendo los silencios y sonidos en una coreografía que complementa la narrativa.

Al ser una obra sin palabras, la interpretación es profunda, y los espectadores la han visto como un cuento popular serio, una alegoría sobre el sacrificio y el perdón de la naturaleza, o una reflexión sobre la necesidad inherente de compañía y el arte de aceptar el destino. El film invita al público a conectar con la naturaleza de una manera “distinta, profunda, casi mística”.