Un documental muy particular se estrenó hace pocos días donde el deseo sexual, las relaciones, la privacidad, la sociedad hipersexualizada, el tabú por el sexo, la vergüenza, los mandatos y otros puntos son analizados por siete mujeres y hombres que cuentas sus dificultades para poder relacionarse con otras personas. La abstinencia sexual que en algunos casos está mal vista es centro del documental “No sex”.
Esta producción francesa que fue realizada por Didier Cros y está disponible de manera gratuita hasta el 01/01/23 en la plataforma Arte.Tv recorre varios temas que muchas personas prefieren no hablar como si no existiera o simplemente porque los mandatos se lo impiden. La duración del documental es de 56 minutos y está llena de emoción y situaciones extremas que hacen que muchas personas tengan absitencia sexual.
La voz de los propios protagonistas del nuevo documental “No sex”
Una de las historias es la de Loic, un hombre de 29 años que es gay y nunca fue aceptado por sus padres. Al sufrir el abandono de su familia y la falta de amor, Loic se refugió en el chemsex, una práctica que se caracteriza por drogarse para intensificar la actividad sexual. “Vas a un lugar, consumes drogas y practicas sexo”, explica el joven, quien también explicó que “me volví adicto a los hombres, a la cama y a las drogas. No existía el consentimiento porque consentía todo cuando tomaba sustancias”.
“Era consumir para olvidar, consumir o morir”, cuenta con mucha angustia Loic, quien también se quejó de la mirada de la sociedad por sus prácticas. “A menudo nos condenan al ostracismo por nuestros comportamientos obsesivos y compulsivos. Se juzga mucho a las personas que consumen, también en función de la forma en que lo hacen. Todo esto se asocia al proceso de aislamiento de la enfermedad, de la adicción y nos encierra en un mundo en el que nada parece existir, excepto el consumo”, cerró.
Por otra parte, Coralie (26) y Jeremy (29) se conocieron por Internet por un motivo que está mal visto, pero que ellos pudieron encontrarse y sentirse juntos a gusto. Ellos cuentan que no hay muchas personas que estén “dispuestas a tener una relación sin sexo, pero es nuestra forma de vivir, es lo que somos”. Durante el documental, Coralie cuenta que directamente no se masturba, pero, en cambio, Jeremy habla del placer que siente con la “autosexualidad”. Lo más llamativo es que ella bromea y quiere irse de la grabación y él asegura que “nunca lo habíamos hablado”.
Sin embargo, la pareja asegura que “ya tuvimos sexo con algunas parejas y realmente no nos gusta”, pero sostienen que se demuestran amor de una manera distinta “tenemos otras cosas para expresar nuestro amor: besos y abrazos, cartas de amor, pequeñas atenciones...”. Por último, cuentan que muchos quieren “ayudarnos”, pero afirman que “nosotros no estamos enfermos y no necesitamos una solución, por eso participamos en este documental. La asexualidad merece ser conocida”.
En paralelo, “No sex” también relata historias que son más dramáticas, como la de Lena (27), quien fue víctima de un abuso sexual y hasta el día de hoy sigue lidiando con las consecuencias de ese aberrante hecho. “Fui víctima de una violación y después de eso tuve que tomar la decisión de la abstinencia sexual porque tenía dolor durante cada relación sexual o ni siquiera la apreciaba”, sostiene la joven, quien contó que al delincuente lo conoció por Tinder, que se quedó dormida junto a él y se despertó al ser penetrada sin preservativo y contra su voluntad.
La joven, que utiliza un pseudónimo, explica que se sumó al documental para “desmitificar la abstinencia y llevar a la sociedad el debate del consentimiento y el respeto a un cuerpo, a una persona”. Además, Lena denuncia que a las víctimas de violencia sexual se las rechaza y no tienen el apoyo que necesitan.”Superé este calvario acudiendo a un psicólogo y me refugié en la danza para reapropiarme de mi propio cuerpo”, contó.
Por último, Lena señala que “la sociedad juzga y culpabiliza más a las víctimas que a los agresores porque nos encontramos en un sistema patriarcal que se guía por potenciales agresores”. En un mundo que de a poco comienza a cambiar por las luchas sociales que han hechos millones de mujeres en todo el mundo, Lena cierra sosteniendo que “solo recientemente hemos empezado a cuestionar las condiciones reales de las mujeres en nuestras sociedades”.