Con tan solo 16 años, Christina Applegate saltó a la fama con el papel de “Kelly Bundy Ditzy” en Casados con hijos, una comedia de Fox que tuvo su reversión en Argentina con Guillermo Francella, Florencia Peña y los hermanos Lopilato.
Christina fue parte del show durante diez años, a la vez que actuó en películas como Hasta el amanecer, Calles, Vibraciones, Across the Moon, y en series como Jesse y el clásico de los ‘90, Friends, donde interpretó a “Amy Green”, una de las hermanas de “Rachel” (a quien dio vida Jennifer Aniston), papel que le valió un Premio Emmy.
Otro de los grandes papeles en la vida de Christina fue en la serie de televisión Samantha Who?, emitida entre 2007 y 2009, en la que interpretó a una joven de treinta años que tras un accidente es diagnosticada con amnesia, lo que pone “patas para arriba” toda su vida.
La dura etapa en la vida de Christina Applegate
Luego de convertirse en una reconocida figura, llegando a tener una estrella en el paseo de la fama de Hollywood, Christina Applegate fue diagnosticada en el 2008 con cáncer de mama. La noticia causó conmoción en su momento, y el nombre de la actriz fue portada en todos los medios estadounidenses e internacionales.
Gracias a distintos tratamientos, que incluyen una mastectomía, Christina se curó, pero en el 2021 anunció en sus redes sociales que sufre de esclerosis múltiple. La actriz se encontraba en el rodaje de la serie de Netflix, Muertos para mí, cuando se enteró del diagnóstico.
“Me enteré en el trabajo. No sabía lo que me estaba pasando. Mis dedos de los pies se adormecieron y lo ignoré. Las puntas de mis pies se adormecieron y lo ignoré. De repente, me estaba cayendo. Me tuvieron que llevar en silla de ruedas al set porque no podía caminar si la locación estaba lejos. Dormía todo el tiempo y gané muchos kilos”, contó Applegate en una entrevista concedida a Vanity Fair.
A raíz de esta enfermedad neurológica, que ocasiona pérdida de movimiento y equilibrio, espasmos, temblores y dificultades para hablar, entre otras cosas, la actriz de 51 años, vaticinó: “Probablemente no vuelva a trabajar frente a la cámara. Ni siquiera puedo imaginar ir al set en este momento. Esta es una enfermedad progresiva. No sé si voy a empeorar. Puedo hacer cosas de doblaje porque tengo que mantener a mi familia y mantener mi cerebro funcionando”.
A pesar de su enfermedad, la actriz continuó trabajando en la serie de Netflix; sobre esta experiencia, expresó: “Me diagnosticaron mientras trabajábamos y tuve que llamar a todos y decirles: ‘Tengo esclerosis múltiple, muchachos’. Y luego se trató de una especie de aprendizaje, todos fuimos aprendiendo lo que iba a ser capaz de hacer. No podía trabajar 18 horas, fue imposible. Fueron tan cariñosos: si los llamaba por la mañana y les decía: ‘Chicos, no puedo bajar las escaleras’, decían: ‘¡Está bien! No lo haremos hoy. Haremos otras cosas’. Puedes ver la lucha y puedes verla durante toda la temporada, puedes ver que tengo dolor”.
El rodaje de la serie finalizó, por lo que Applegate decidió enfocarse en la crianza de su hija de 12 años, Sadie: “Me encanta estar para ella al cien por ciento todo el tiempo: llevarla a la escuela, recogerla de la escuela, estar aquí para su tarea, prepararle la cena, estar aquí cuando me necesita. Eso es algo de lo que me perdí por un tiempo. Y ella está muy feliz de tenerme aquí”.