Desde su estreno, El Eternauta no solo generó repercusión por su puesta en escena, sus guiños a la historieta original y la producción de primer nivel. También se volvió tema de conversación por un detalle que para muchos pasó desapercibido, pero que dice mucho: en los subtítulos en inglés, y en otros idiomas, se usa el término “Malvinas Islands” en lugar de “Falkland Islands”.
La responsable de esa decisión es Daiana Estefanía Díaz, la traductora que trabajó en la versión inglesa de la serie y también colaboró con las adaptaciones a más de treinta idiomas. Desde su perfil en LinkedIn explicó por qué eligió priorizar el término argentino en una producción nacional que será vista en todo el mundo.

“Vi que Juan Salvo era excombatiente de Malvinas, decidí que iba a traducir ‘islas Malvinas’ como ‘Malvinas Islands’ y no como ‘Falklands’. Era la única opción viable, no tuve la menor duda”, escribió.

Qué dijo Daiana, la traductora que puso “Malvinas Islands” en los subtítulos de El Eternauta
Con años de experiencia como traductora audiovisual, Daiana no solo se encargó de traducir diálogos y expresiones culturales, sino también de actuar como “enciclopedia argenta” para sus colegas. En su posteo, contó cómo asesoró sobre el truco, el servicio militar obligatorio y las referencias históricas que atraviesan la trama. Pero aclaró que el caso de las Malvinas era distinto.

“Es un tema sensible y muy presente que nos atraviesa en lo político, histórico, cultural y social. Nos asienta en un lado de la historia del que no nos vamos a mover”, afirmó.

El detalle no tardó en viralizarse cuando un usuario de X (ex Twitter) compartió el caso y elogió la elección. Incluso, realizó una comparación con respuestas de inteligencia artificial, que ante la misma consigna tradujeron como “Falkland Islands”.

“La traducción humana le gana a la IA”, concluyó. Gracias a la firme decisión de Díaz, hoy la serie de Netflix lleva con orgullo el nombre Malvinas en cada rincón del mundo donde se reproduce. Una muestra de cómo la identidad también se defiende con palabras.