A la vida hay que ponerle... ¡pimienta!

Las auténticas pimientas y sus sabrosas imitadoras crecen en muchos rincones de la Argentina. Te cuento sus secretos.

A la vida hay que ponerle... ¡pimienta!
Podemos encontrar riquísimas pimientas en todo nuestro pías.

La negra y la blanca son las auténticas. También existen otras famosas, pertenecientes a una familia diferente, pero que siempre creemos hermanas: una es verde y tostada, y la otra picantísima y de color rojizo. No crean que se confundieron de sección o que yo empecé a hablar en trance afectado por las altas temperaturas del verano. ¿A qué me estoy refiriendo? A la interesante historia de la pimienta, que es el fruto de una planta cuyo nombre científico es Piper nigrum.

La pimienta blanca es la extraída de la planta ya madura, mientras que la negra es la misma, aunque cosechada antes de madurar y quemada en tostadores que le aportan ese sabor y aspecto que tanto nos gustan. Las que llamamos pimienta verde y pimienta roja no son, en rigor, verdaderas pimientas, aunque piquen de lo lindo: son el fruto de otra planta, el Shinus aroeira, conocido popularmente como Aguaribay. Estos frutos son verdes antes de madurar y rojizos una vez maduros, también se tuestan y suelen utilizarse como adulterantes de la pimienta negra.

Algunos consejos para cuidar tu jardín según la zona donde vivís.

Norte:

Nada de fertilizar. Contené la tentación de fertilizar con químicos durante estos días. Por más que notes que tus plantas están deficientes de nutrientes, fertilizar en jornadas tan cálidas (cuando la planta está con el metabolismo a full) podría matarlas por un shock de sobredosis. Esperá a mediados o finales de febrero y tendrás éxito en la tarea.

Centro:

A barrer el césped. Después de cortar el césped, acordate de barrer muy bien el suelo, ya que los desechos de pasto cortado en el jardín estimularán exponencialmente la proliferación de hongos a finales de febrero y principios de marzo, y te resultará muy difícil erradicarlos.

Patagonia:

Riego de lupinos. Por estos días en que florecen los lupinos no descuides el riego. Será indispensable un suelo húmedo para producir una buena y prolongada floración.

La floración de los lupinos comienza a principios de verano y es indispensable el buen riego.
La floración de los lupinos comienza a principios de verano y es indispensable el buen riego.

Consultas

Fabiana, de Rosario, Santa Fe, tiene en su jardín un naranjo. En esta temporada, la cáscara de sus frutos comenzó a partirse, tal como se aprecia en las imágenes que nos manda. Consulta qué podría estar sucediendo.

Fabiana, la cáscara se rasga porque evidentemente la planta ha carecido de agua durante un período y luego recibió mucha agua de golpe. Esto lleva a que los frutos absorban mucho en poco tiempo y la cáscara, ya firme en esta época del año, no llegue acompañar el crecimiento producido por la alta hidratación; por eso se agrieta. Esto se soluciona regando semanalmente en las épocas de sequía, de manera que el fruto y la cáscara vayan creciendo juntos.

Es importante en los arboles frutales que el fruto y la cascara crezcan juntos.
Es importante en los arboles frutales que el fruto y la cascara crezcan juntos.

Estela nos cuenta que tiene un pomelo rosado que el año pasado dio buenos frutos. Pero luego tuvo que trasplantarlo y ahora luce tristón y no ha llegado a florecer.

Hola Estela, esto es normal. Por un lado, la planta se estresa al cambiar de lugar y detiene su crecimiento. Por otra parte, las raíces necesitan tomar contacto franco con el nuevo suelo, algo que favorecemos pisando bien a su alrededor después del trasplante. Por un tiempo, tu pomelo necesitará explorar el nuevo suelo gastando sus energías en nuevas raíces, por lo que no florecerá ni fructificará seguramente en los próximos dos años. No te preocupes, que luego con raíces grandes se llenará de ricos frutos.

Patricia Alsina envía fotografías de un rosal afectado por alguna plaga y consulta cómo curarlo.

Patricia, por lo que llego a ver, tu rosal tiene un hongo denominado popularmente “mancha negra del rosal”. Para controlarlo, tendrás que sacar todas las hojas manchadas y fumigarlo con un fungicida consistente en el agua del hervor de las papas o remolachas sin sal y repetir la aplicación en cuatro oportunidades con siete días de intervalo entre cada una. Además, sugiero que en invierno hagas una poda corta de buena intensidad. Al regarlo, no mojes las hojas, ya que este hongo se reproduce en lugares con mucha humedad ambiente.

Susana Fernández, de Mendoza, consulta sobre unos hongos que han invadido todo su jardín: son pequeños, pero crecen en grandes grupos. Ha tratado de sacarlos manualmente, pero vuelven a salir, y al secarse dejan un manchón negro en el pasto muy desagradable, que dura varios días.

Si queremos evitar los hongos es fundamental rastillar.
Si queremos evitar los hongos es fundamental rastillar.

Susana, estos hongos se producen por dos motivos: porque no se levanta rutinariamente el excremento de perros o gatos, o porque queda en el suelo del jardín, sin rastrillar, el residuo de hojas y pasto luego de cortar el césped. Ante ambas situaciones, hay que hacer lo mismo: rastrillar para sacar ese exceso de materia orgánica que genera el nacimiento de hongos. Si lo tomás como norma, disfrutarás el año próximo de un jardín sin hongos