Un estudio realizado por investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) muestra que la yerba mate ayuda a prevenir el mal de Parkinson.
Esta enfermedad suele aparecer después de los 50 años y provoca la muerte de ciertas células del cerebro, que son las que ayudan a controlar el movimiento y la coordinación. La enfermedad lleva a que se presente agitación (temblores) y dificultad para caminar y moverse.
El estudio, que fue publicado el miércoles en la revista especializada Movement Disorders, refuerza la hipótesis de que la yerba mate (Ilex paraguariensis) "podría tener efectos benéficos en relación al desarrollo y la progresión del Parkinson".
Según mostró la investigación, la yerba mate tiene la propiedad de prolongar la vida de las neuronas dopaminérgicas en cultivo.
"Las neuronas dopaminérgicas, relacionadas con control de la locomoción, además de ser las primeras en verse afectadas en los pacientes con Parkinson, son también las que mueren con mayor rapidez", explicó Juan Ferrario, director del trabajo e investigador adjunto del Consejo en el Departamento de Fisiología, Biología Molecular y Celular de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (FCEN, UBA).
"Nosotros testeamos el efecto de administrar un extracto de yerba mate sobre dicho modelo de neuronas dopaminérgicas en cultivo y vimos que el mate tiene un efecto neuroprotector poderoso", agregó Ferrario.
Ante este hallazgo, los investigadores quisieron saber qué ocurría con los componentes de la yerba mate si se administraban por separado. "Pudimos establecer que dos de los compuestos principales de la yerba, la teobromina y el ácido clorogénico, individualmente también actuaban como neuroprotectores, aunque en ambos casos su efecto protector fue ligeramente más bajo que el del producto en su conjunto", aseguró Ferrario.
Sin embargo, los expertos aseguraron que en ambos casos "la neuroprotección fue más potente que la brindada por otros compuestos neuroprotectores ya conocidos como la cafeína, la nicotina y el antioxidante Trolox".
"Aunque resta mucho trabajo por hacer, nuestro trabajo presta por primera vez evidencia sobre el efecto protector que la yerba mate puede brindar sobre la neuronas dopaminérgicas que se ven afectadas en el desarrollo de la enfermedad de Parkinson", concluye el investigador.
El puntapié inicial para llevar a cabo esta investigación fue el estudio poblacional de 2015, dirigido por la neuróloga Emilia Gatto que advirtió la existencia de una relación estadística inversa entre el consumo de mate y el desarrollo de la enfermedad de Parkinson.