Llegó a dormir con seis hombres por noche hasta que nació su hijo y la ayudó a recuperarse

Laurie Woodruff era adicta al sexo pero la maternidad le cambió la vida y ahora intenta inspirar a otras personas que padecen su enfermedad.

Llegó a dormir con seis hombres por noche hasta que nació su hijo y la ayudó a recuperarse
Laurie Woodruff

Laurie Woodruff tiene 30 años y en el último tiempo saltó a la fama después de animarse a contar todo sobre su enfermedad en el libro "Diario de una adicta al sexo" y explicar cómo el dar a luz a su primer hijo la ayudó a salir adelante.

"El sexo me controla a mí. Yo lo permito, pero temo que un día me destruya. La adicción roe mi alma. Nunca estoy satisfecha, siempre quiero más. Cada acción que hago, es por amor al sexo", cuenta la mujer, quien asume que varias veces se sintió invadida por la vergüenza y el estigma que cae en las mujeres que padecen esta problemática.

Hace 18 meses Henry llegó a su vida y fue un motivo suficiente para dejar de lado las relaciones sexuales. Pero Laurie teme tener una recaída y que esto no dure por mucho tiempo.

Laurie Woodruff y su hijo Henry de 18 meses
Laurie Woodruff y su hijo Henry de 18 meses

A lo largo de las páginas de su libro, la mujer destaca la psicología interna y la lucha de una adicta al sexo en la sociedad actual. Todo esto lo hace con el fin de ayudar a otros adictos, para que puedan aprender de su historia "cruda" relatada de modo "brutalmente honesto".

"Puse el sexo por encima de todo: mi carrera, mis amistades, mi bienestar. Nunca fuera de mi mente", admitió en una entrevista con The Sun y reveló cuál fue su debilidad: "La adicción al sexo se manifiesta de muchas maneras diferentes. Para mí fue buscar encuentros potencialmente peligrosos y volver a las mismas relaciones destructivas una y otra vez".

Laurie admitió que ha perdido la cuenta de la cantidad de hombres con los que tuvo sexo pero cree que rondan los 200. Su primera relación sexual fue a los 12 años y allí esta obsesión comenzó a apoderarse de su vida. "Perdí mi virginidad siendo menor y aunque sabía que era algo incorrecto no podía detenerlo. Mis deseos se extendían a ambos sexos", reveló.

A los 20, la mujer tuvo sexo con seis hombres a la ver durante un concierto en Liverpool, mientras su pareja la observaba. Laurie sentía que esta situación ya se le había ido de las manos pero no podía controlar sus impulsos. "Estaba acostándome con varios hombres a la semana y ni siquiera tenía ganas", reconoció."Me sentí sin la capacidad de controlar mis deseos y recurriría al sexo para calmarme todo el tiempo", agregó.

Laurie se sentía perdida, se acostaba con hombres simplemente porque le habían mandado saludos a través de las redes sociales, lo que le sucedía era incontrolable. Los seis novios que tuvo a lo largo de su vida la dejaron por considerar demasiado promiscua su forma de actuar. Uno de ellos fue Ian, el papá de Henry, bebé que le dio el puntapié inicial para empezar a cambiar.

La mujer entendió que no podía seguir así cuando notó que en lugar de priorizar a su hijo, "estaba demasiado ocupada obsesionándome con el sexo" y durmiendo con hombres que la controlaban.

En ese entonces, vivió una situación que la marcó, ya que estaba siendo acosada por dos hombres que no la dejaban en paz. "Me di cuenta de que tenía que darle prioridad a mi hijo y entre en el grupo de adictos al sexo", contó.​

A partir de allí, la mujer decidió contar su historia para ayudar a otros. En sus páginas, recorre los puntos más bajos de su vida. Finalmente, asegura que ahora su vida es otra, que no tiene sexo hace cuatro meses y que su salvación comenzó cuando empezó a "aceptarse".

"Soy una persona sexual, siempre lo he sido y siempre lo seré, y no hay vergüenza en eso", sentencia Laurie, y explica: "Pero encontré una manera de canalizar la energía sexual excesiva hacia otras cosas, como mi carrera. Antes, mi adicción me controlaba, ahora yo la controlo".