La comediante feminista Jani Dueñas fue la primera víctima de "El Montruo", tal como se conoce al peculiar público que asiste al Festival de Viña del Mar, ya que fue masivamente abucheada durante su actuación y hasta tuvo que pedir "ayuda" para irse del escenario.
Ante los silbidos generalizados ni bien comenzó su performance, Dueñas intentó ganarse el apoyo de las mujeres: "Sororidad, que linda palabra, ¿no?".
"Sororidad es la solidaridad entre las mujeres. Es la hermandad que ocurre entre las mujeres ante las injusticias de género, y es algo súper importante", continuó con su discurso, que ya no parecía parte de la rutina cómica que tenía preparada.
Cuando ya tenía a los espectadores totalmente en contra, preguntó: "¿Cómo están los hombres?". Pero lo que dijo después no la ayudó demasiado. "Es difícil ser hombre en este momento. Yo los quiero mucho, pero es súper difícil ser hombre hoy día. Porque como que pasaron de moda heavy. No, pero en buena. Yo los quiero un montón. Pero como ya nadie está hablando mucho de ustedes, de cosas buenas", tratando de elevar su tono de voz entre los gritos y murmullos.
A pesar del rechazo contra sus dichos, ella siguió firme: "Las feminazis no existen. Los nazis sí. Los nazis volvieron, ¿escucharon?". Pero desde las gradas le replicaban con un tajante "fuera".
"Déjenme contarles esto, porfa", imploró la standupera, a lo que los presentes respondieron: "¡No!". "No sean así", solicitó Dueñas con evidente molestia.
"Se veían tan bonitos cuando entré a este escenario… Lo voy a contar igual, porque nadie me está viniendo a salvar. Esto es un abandono total", expresó Dueñas, dando pie al ingreso de los animadores del Festival, quienes le preguntaron si quería continuar. Y ella, con un profundo pesar, dijo que no.
Ya en la conferencia de prensa, Dueñas realizó su análisis público de la situación vivida sobre las tablas: "Claramente este no es mi público. Había una intuición mía de que tal vez un festival tan grande como este no era para mí. Pero al existir la invitación es un desafío profesional que uno toma".
Y afirmó: "Es una muy mala noche y una buenísima razón para emborracharse e irse de vacaciones".