La planta injertada es una especie compuesta por un “pie” (que aporta tallo y raíces resistentes a adversidades naturales como sequías, suelos pobres o con hongos) y el injerto de la “yema o púa” de otra variedad, que si bien carece de raíces que subsistan a esos problemas, produce excelentes flores o frutos.
Cada parte complementa a la otra y cada una aporta lo mejor. Esta técnica se utiliza en frutales sobre pies enanizantes o achaparrantes, obteniéndose plantas más robustas o con frutas bajas, fáciles de cosechar. También suelen intervenirse aquellas plantas a las que les cuesta producir raíces, con otras más fáciles de enraizar.
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Norte + Palmeras de aquí para allá
Llega la época del año para trasplantar palmeras. Pero para que no sufran el cambio y mueran, hay que tomar ciertos recaudos, como procurar que el suelo esté caliente. Esto ayudará a que las raíces, que se cortan al sacarlas del lugar, crezcan nuevamente. Si en cambio, intentamos realizar este trasplante en invierno, las raíces no resistirán el suelo frío.
Centro + Evitemos los hongos
Se acerca la temporada de hongos en la huerta y el jardín. Para prevenirlos, hierva en 3 l de agua, durante media hora, un puñado de cáscara de papa con ralladura de jabón blanco (colocar el tamaño de una cucharita de té). Una vez frío, rocíe las plantas, y con el sobrante riegue las especies que estén débiles, ya que este preparado también actúa como fertilizante.
Patagonia + Refuerzo para frutales
Son buenas semanas para fertilizar frutales, pues el fruto comenzará a crecer en estos días. Fertilice sólo las plantas que tengan poca productividad con Triple 15, que les proveerá un crecimiento integral. Fertilice cerezos, ciruelos y manzanos con la mitad de la dosis.