Científicos de la Universidad Estatal de Colorado, Estados Unidos, lograron capturar "el sonido de la Antártida". Se trata de un murmullo que produce el viento, que es imperceptible para el oído humano ya que ocurre a bajas frecuencias.
El sonido fue grabado en la barrera de hielo de Ross, una especie de tapón gigante que evita que el hielo circule desde la tierra hacia el agua. Si esa plataforma colapsa (y viene reduciéndose en los últimos años), el nivel del mar aumentará. Por eso, están tan interesados en conocer como funciona.
Esas barreras de hielo están cubiertas por varios metros de nieve, que "aísla el hielo que está por debajo y evita que se derrita cuando aumentan las temperaturas". Y ese "abrigo" vibra casi constantemente.
Los vientos que azotan las dunas hacen que la capa de hielo retumbe "como el redoble de un tambor colosal". Ese murmullo varía según las condiciones del clima. "Es igual a cuando los músicos cambian el tono de una nota en una flauta alterando los orificios por los que fluye el aire o qué tan rápido fluye", explicó el geofísico Julien Chaput, autor principal de la investigación. Según el trabajo, "los cambios en los tonos sísmicos pueden indicar si se están formando lagos de hielo derretido o grietas en el hielo, lo que podría indicar si la barrera es susceptible de romperse".