De un segundo para otro, y por causas que todavía se desconocen, Brasil perdió buena parte de su historia. Un incendio de enorme magnitud destruyó el Museo Nacional de Río de Janeiro, y con él, parte de las más de 20 millones de piezas que formaban parte de su acervo.
Lo que llamó considerablemente la atención fue que, una vez consumidas las llamas, un milagro dejó a todos los que allí trabajaban atónitos: el Bendegó, el meteorito más famoso de Brasil, estaba intacto.
Lejos de ser una señal de los extraterrestres, los especialistas explicaron que estas piedras, que caen desde el espacio hacia la superficie de nuestro planeta, resisten a la entrada de la atmósfera terrestre y a las altas temperaturas.
Antes de la tragedia, este museo contaba con la mayor colección de meteoritos de Brasil, compuesta por 62 piezas. Según explica O Globo, el Bandegó fue encontrado en Salvador de Bahía en el siglo XVIII.
Así ardía el Museo Nacional de Rio de Janeiro:
Los trabajadores del lugar se mostraron muy conmovidos ante lo sucedido."Son 200 años del museo, esto es el trabajo de la vida de mucha gente, son colecciones zoológicas, botánicas… ¡todo perdido, todo perdido!", dijo entre lágrimas Lilian, bióloga y vicerrectora del museo.