Por Dra. Betty Giselle Arteaga / Médica Oftalmóloga - Hospital Italiano.
En principio, fijar nuestra mirada en dispositivos digitales durante largos períodos no es causa de daños oculares permanentes, pero sí puede provocar sequedad y cansancio visual, sobre todo en quienes tienen defectos del foco como la hipermetropía y la presbicia y no están usando el anteojo apropiado.
Entonces, ¿estar delante de una computadora tantas horas nos hace un poco mal? Pensemos lo siguiente: cuando charlamos con alguien cara cara, parpadeamos unas veintidós veces por minuto; pero cuando estamos sentados delante de una computadora nuestros ojos parpadean menos de cinco veces por minuto. La concentración de nuestra atención en la pantalla disminuye la frecuencia del parpadeo e incrementa la sensación de sequedad.
Y un ojo sin la lubricación del parpadeo es como un motor sin aceite, los pistones se pegan a las camisas de los cilindros y el motor se estropea. Por eso, es bueno que hagamos pausas y usemos lágrimas artificiales en caso de tener sensación de cuerpo extraño.
La pantalla debe estar debajo del horizonte visual. Esto permite que los párpados cubran mayor superficie del globo ocular y disminuya la exposición de la córnea. Así será menor la desecación de la película lagrimal que cubre la córnea y la protege de los síntomas del ojo seco. Si la posición de la pantalla nos lleva a mirar hacia arriba, debemos corregirla, porque en dicha postura la córnea está totalmente expuesta al aire y se irritará al secarse.
Por otra parte, las fuentes de luz eléctrica provocan reflejos en las pantallas, por lo que es preferible utilizar artefactos de luz de mesa, que se pueden reubicar de modo tal que no destellen frente a nosotros.
Algunas recomendaciones: • Usá colirios humectantes en forma periódica mientras trabajás frente a cualquier pantalla.
• Si utilizás lentes de contacto, empleá estos humectantes con mayor frecuencia.
• Ubicate frente a la pantalla de modo que tu mirada esté orientada ligeramente hacia abajo.
• No fijes la vista en la pantalla más de 50 minutos corridos. Tomá un descanso de 5 a 10 minutos, levantate y mirá a lo lejos y cerca sucesivamente.
• Dirijí tu mirada a la lejanía para movilizar y relajar los músculos de enfoque del ojo.
• Regulá la temperatura ambiental para evitar la sequedad ocular (calefacción, aire acondicionado).
• Consultá al médico oftalmólogo para que evalúe si necesitás corrección óptica para distancias intermedias y para controlar la sequedad ocular. También preguntale si te conviene usar filtros especiales para usuarios habituales de pantallas.