En los Esteros del Iberá, el agua refleja el algodón de las nubes y el brillo de juncos y amapolas del agua. En diciembre, este reino de vida animal y vegetación infinita se transformó en el flamante Parque Nacional Iberá, una categoría que protegerá para siempre su gran biodiversidad y la riqueza cultural de su comunidad, repartida entre islas y pueblos.
Detrás de esta noticia hay mucho trabajo en conjunto, desde hace años, de pobladores y gobierno correntinos, y las fundaciones CLT y Flora y Fauna de Argentina. Estas entidades vienen impulsando la reinserción de varias especies en Corrientes, por ejemplo, la del yaguareté, extinguido aquí hace 70 años. Los cachorros Mbarete y Arami, que cumplieron un año, algún día conocerán la libertad.
El refugio de los esteros
Su entramado de arroyos, bañados y pantanos constituye la principal reserva de agua dulce superficial de la Argentina.
Ruta Escénica
Los alrededores de los esteros están salpicados de comunidades preparadas para recibir a los visitantes, como Colonia Carlos Pellegrini, Santo Tomé, San Nicolás y Concepción, algunos de los once "portales" que dan la bienvenida turística al Iberá, dentro del bello circuito de la Ruta Escénica.
¡Hola cachorros!
El 6 de junio, los cachorritos yaguaretés Arami y Mbarete ("Fuerza" y "Cielito", en guaraní) cumplieron un año. Son los primeros felinos de esta especie que han nacido en su ecosistema original (los yaguaretés estaban extinguidos en Corrientes), a partir de la labor del Centro de Reintroducción del Yaguareté. Nacieron en la Isla San Alonso, dentro del Parque Nacional Iberá, y los bautizaron con sus bellos nombres nenas y nenes que viven en el Iberá.