Opinión: La enseñanza y la evaluación en carreras de Ingeniería en tiempos de pandemia

Para Vía Jujuy por Gustavo Lores*

Ing. Gustavo Lores. Decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de jujuy (UNJu)
Ing. Gustavo Lores. Decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de jujuy (UNJu)

Los docentes universitarios argentinos hemos sido reticentes a la hora de incorporar innovaciones tecnológicas en nuestro ejercicio profesional. La causa de este conservadurismo inexplicable debería, a esta altura, ser un objeto de estudio de las ciencias sociales, pero no lo es. Y no me refiero a que no nos actualicemos disciplinalmente, todo lo contrario. Cada uno en nuestra área de conocimiento se capacita permanentemente para brindarle a los alumnos el acceso a los saberes más actualizados. Sin embargo, las herramientas tecnológicas que concretan nuestros "métodos" de enseñanza, es decir las que empleamos para desarrollar nuestro trabajo como docentes, se mantienen sin cambios profundos desde hace 400 años.

Le propongo una metáfora: imagine a un médico en el siglo XIX. William Detmold, el neurocirujano neoyorkino que operó por primera vez en la historia de la humanidad un absceso cerebral en 1850, era el mejor del mundo en su campo. Si fuese posible teletransportarlo en el tiempo al quirófano de un hospital de tercer nivel en Argentina, no comprendería en absoluto cómo utilizar la tecnología que emplean sus colegas. Esto es, hubo un avance en la tecnología médica.

Ahora, haga por favor el mismo esfuerzo para imaginar en la Universidad de Buenos Aires al hermano menor de Mariano Moreno, el médico Manuel Moreno, dictando las clases públicas de la cátedra de Química, hecho que le valió el apodo de "Don Óxido". Si el viajero del tiempo fuese en su caso el profesor Manuel Moreno y lo dejásemos a mediados de 2019 frente a un grupo de cuarenta o cincuenta alumnos que estaban tomando una clase de química en alguna Universidad, los atendería con la misma "metodología" que un profesor de nuestros tiempos. Es decir, podría sostener una clase en la que explicara un tema en particular con las mismas herramientas que usaba doscientos años atrás. Si la máquina del tiempo lo dejara a Moreno en nuestros días, sin poder acercarse físicamente a los alumnos, estaría perdido.

Un taller dictado en la Facultad de ingeniería de la UNJu, en mayo de 2019.
Un taller dictado en la Facultad de ingeniería de la UNJu, en mayo de 2019.

Cabe preguntarse, así como los médicos, los ingenieros aeroespaciales, los contadores o los arquitectos fueron desarrollando junto con el sistema científico tecnológico nuevos dispositivos para el ejercicio de su profesión que mejoraron sus resultados, qué pasó con los docentes que, en este sentido y en el marco de nuestro ejercicio profesional, seguimos estancados en la historia. Y el Estado no capacitó ni a los médicos, ni a los ingenieros aeroespaciales, ni a los contadores ni a los arquitectos en el uso de las nuevas tecnologías aplicadas a sus respectivas profesiones.

Una de las causas de nuestro atraso profesional es que el sistema científico tecnológico no reconoce a las herramientas de mediación que se emplea en el ejercicio de la docencia como un campo de conocimiento y, en consecuencia, no lo explora. La investigación educativa se ha centrado en dilucidar qué pasa durante el proceso de aprendizaje en la mente del alumno, en cómo descubrir si un proceso fue efectivo o no, pero no ha enfrentado otro aspecto importante como lo es el avance tecnológico aplicado a la profesión. Porque también son docentes.

Por el contrario, las Ciencias de la Comunicación han avanzado de manera arrolladora en estos dos últimos siglos. Los avances en las tecnologías de la comunicación y de la información fueron y son permanentes: radio, televisión, internet, celulares inteligentes, Internet de las cosas, realidad aumentada, inteligencia artificial. ¿Qué profesiones aprovechan estos beneficios? Bueno, hasta el año pasado los docentes seguro que no.

¿Qué pasó con nuestra profesión en un año? Nos vimos privados del espacio físico, del aula, del pizarrón, de la tiza, esto es, de toda la tecnología educativa que se usaba de manera masiva en las clases de nuestras Facultades, la misma, idéntica a la que usaban nuestros colegas hace dos siglos.

Los jóvenes toman sus clases de manera online (Foto: Juano Tesone/Clarín)
Los jóvenes toman sus clases de manera online (Foto: Juano Tesone/Clarín)

La desesperación provocada por la imposibilidad absoluta de ejercer nuestro trabajo por un tiempo indeterminado y pensar en los dos millones de alumnos que estudian en nuestras Universidades que quedarían sin clases nos permitió ver que existía también un universo paralelo al aula de ladrillos en el cual nos podíamos mover como profesionales de la educación.

Yendo al caso concreto de la enseñanza y del aprendizaje de disciplinas científico-tecnológicas, dictar, cursar y aprobar asignaturas en las Facultades de Ingeniería presenta sus particularidades.

Muchas Facultades de Ingeniería del país cumplimos con lo que nos encomendó el Ministro de Educación de la Nación a través de la Resolución Ministerial Nº 104/2020 de fecha sábado 14 de marzo de 2020: "adoptar las medidas necesarias procurando garantizar el desarrollo del calendario académico, los contenidos mínimos de las asignaturas y su calidad. Esto podrá contemplar la implementación transitoria de modalidades de enseñanza a través de los campus virtuales, medios de comunicación o cualquier otro entorno digital de que dispongan."

Nuestra Facultad dispuso, por Resolución del Decano Nº FI 150/2020, de fecha domingo 15 de marzo de 2020, "requerir al personal Docente a cargo de Asignaturas que adopten las medidas necesarias procurando garantizar el desarrollo del calendario académico, los contenidos mínimos de las asignaturas y su calidad, habilitando la implementación transitoria de modalidades de enseñanza a través de los campus virtuales, medios de comunicación o cualquier otro entorno digital de que dispongan tanto para el desarrollo del aprendizaje como para atender las consultas de las Alumnas y los Alumnos".

Y el 16 de marzo de 2020, día fijado originalmente para el inicio de las clases y del dictado de todas las materias anuales y del primer cuatrimestre, comenzamos conectándonos con los alumnos y las alumnas. No fue sencilla la tarea, pero a casi ocho meses de esta intensa experiencia, hemos logrado y estamos logrando cumplir íntegramente con las disposiciones nacionales, beneficiando a miles de alumnos y alumnas.

Fue necesario para ello adoptar la tecnología de la comunicación disponible, utilizada de manera habitual por una enorme cantidad de actividades y que la mayoría de los docentes desconocíamos.

¿Cuáles de todas las fortalezas de la Facultad de Ingeniería de la  Universidad Nacional de Jujuy definieron el resultado de la decisión tomada? Varias: a) la Facultad entre 2011 y 2013 capacitó a todos sus docentes de manera gratuita en el uso de Aulas Virtuales. Muchos de nosotros las veníamos activando como complemento de la enseñanza presencial. Este hecho sirvió como experiencia para profesores y alumnos. En general no se evaluaba aprendizajes y, de ninguna manera, se tomaba exámenes finales remotos; b) nuestro alumnado opta por estudiar carreras del tipo científico-tecnológicas, de modo que tienen una visión de la comunicación mediada que va un poco más allá del uso limitado a las redes sociales, los juegos y la comunicación familiar o social. Saben qué significa tecnología y no le temen.

Cuando ya muy avanzado el cuatrimestre nos convertimos en la única Facultad de la UNJu que había implementado un dictado virtual, se produjo el efecto esperado: al ver los resultados de nuestra experiencia, primero la Facultad de Ciencias Agrarias en junio de 2020 y luego las Facultades de Ciencias Económicas y de Humanidades y Ciencias Sociales en agosto de 2020 reaccionaron, resignaron sus prejuicios y se animaron a acompañarnos a superar nuestros desafíos trabajando a la par.

Se puede pensar que, en un futuro a mediano plazo, o sea dos o tres años, no existirán restricciones de circulación y el virus estará controlado. En este punto resultará clave nuestra capacidad de aprender. ¿Volveremos corriendo a las aulas físicas y apagaremos todas las salas de Zoom o sostendremos una modalidad mixta de dictado, mucho más inclusiva a través de la expansión del alcance territorial de la Universidad sin edificios?

Las Facultades de Ingeniería del país integramos el Consejo Federal de Decanos de Ingeniería de la República Argentina, institución que acompaña la formulación de políticas públicas y desarrolla innovaciones pedagógicas que permiten corrernos de los antiguos paradigmas de la transferencia de conocimientos y enfocarnos hoy en las competencias que necesitan desarrollar nuestras y nuestros estudiantes para estar preparados para el mundo que se viene y ser protagonistas de la transformación y el desarrollo de nuestro país.

“Nuevas Prácticas de Enseñanza y Evaluación Virtual en Ingeniería. Innovando desde la experiencia en tiempos de pandemia”, editado por la Universidad FASTA.
“Nuevas Prácticas de Enseñanza y Evaluación Virtual en Ingeniería. Innovando desde la experiencia en tiempos de pandemia”, editado por la Universidad FASTA.

Con el objetivo de que se elabore un registro público y compartido de lo que hicimos, hacemos y haremos en materia de metodología de la enseñanza durante la emergencia sanitaria y el consiguiente aislamiento, se llevó a cabo el Primer Taller Nacional "Enseñanza y Evaluación en la Ingeniería en tiempos de Pandemia. Co construyendo nuevas prácticas docentes".

Participaron 61 docentes de 14 Unidades Académicas, 16 moderadores y 5 coordinadores de todo el país, se concretó el viernes 21 de agosto de 2020 la instancia final. Esta actividad, organizada por el Grupo de Investigación en Competencias en Ingeniería de la Facultad de Ingeniería de la Universidad FASTA y el Laboratorio MECEK con sede en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Misiones, de Oberá, tuvo como objetivos: Reflexionar sobre la experiencia de enseñanza y aprendizaje y de migración a la virtualidad en un contexto de pandemia; Socializar las dificultades y obstáculos detectados en la enseñanza de las ingenierías en el contexto de la pandemia; Socializar los resultados de las prácticas educativas creativas generadas en la enseñanza de las ingenierías en el contexto de la pandemia y construir lineamientos de buenas prácticas docentes que permitan capitalizar las innovaciones experimentadas y hacerlas permanentes en la post-pandemia.

La Facultad de Ingeniería de la UNJu fue una de las 14 Unidades participantes y presentó las experiencias de seis cátedras a través de sus respectivos docentes.

Las conclusiones de la actividad están al alcance del público ya que fueron editadas en el libro "Nuevas Prácticas de Enseñanza y Evaluación Virtual en Ingeniería. Innovando desde la experiencia en tiempos de pandemia", disponible desde el enlace que ofrece la Universidad FASTA: https://www.ufasta.edu.ar/ingenieria/libronuevaspracticas/.

(*) Decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Jujuy