Uno de los elementos fundamentales que no pueden faltarle a nadie son los perfumes, y es que existen infinitas variedades de aromas y opciones que no solo otorgan un olor delicioso que se ajusta al gusto de cada consumidor, sino que también colman de seguridad y frescura tanto la piel como a las prendas.
Sin embargo, no es esa la única alternativa a través de la cual se puede portar un rico aroma: hay aceites esenciales que pueden aplicarse en sitios estratégicos del cuerpo para desprender un rico olor sin necesidad de usar perfumes.
Cuál es la forma correcta de preparar el aceite esencial
Existe una amplia gama de aromas que pueden elegirse acorde al gusto y a las necesidades de cada persona, pero es importante tener en cuenta que este no puede aplicarse directamente sobre la piel como comúnmente se realizaría con un perfume, ya que al ser un producto fuerte puede causar irritación o sensibilidad en la piel, por eso mismo debe ser diluido antes de utilizarlo.
Para eso, se utilizan aceites portadores como: aceite de almendra, de coco, de jojoba, de oliva, entre otros; y la forma correcta de hacerlo es mezclando entre tres y cinco gotas de aceite esencial con una cucharada de aceite portador, y aunque las cantidades pueden variar según el gusto de cada persona para encontrar su equilibrio ideal, sí es necesario enfatizar en que debe evitarse el uso excesivo de aceite esencial sobre el aceite portador, de lo contrario la mezcla quedará muy sobrecargada y pierde la armonía que busca crearse.
De esa forma, cuando la composición está hecha, es cuando se procede a realizar una prueba de sensibilidad sobre la piel -un paso fundamental para descubrir si el producto causa alguna reacción alérgica o adversa-. Se coloca una pequeña cantidad de la mezcla sobre la parte interna del antebrazo y debe dejarse reposar por un par de horas para que el producto actúe.
Dónde debe aplicarse la preparación
Una vez que la prueba de sensibilidad fue superada y la piel no presentó ninguna reacción alérgica, se procede a colocar el producto en aquellos lugares estratégicos que permitan una mayor duración del aroma, y estos son todos aquellos desde los cuales se pueda sentir el pulso como, por ejemplo, las muñecas, el cuello, la zona interna de los codos, atrás de las orejas y los tobillos.
Se trata de zonas que tienen mayor circulación sanguínea, lo cual permite que el aroma se difunda de manera más eficiente, como así también tener una mayor durabilidad; y aunque el área de aplicación es fundamental, también lo es la manera en que se coloca la mezcla para que el proceso sea efectivo: cuando se aplica en la piel, es importante masajear suavemente para que absorba y se distribuya de manera uniforme.