La publicidad es una estrategia que ha ido avanzando con el tiempo, a tal punto de ser parte de nuestra cultura. Festividades como los son Navidad o el 14 de febrero, en realidad arrancaron como campañas publicitarias. Por eso en este artículo te contamos 4 eventos o costumbres que comenzaron como una publicidad.
4 ideas o eventos que se volvieron culturales:
- Blue Monday: el día más deprimente del año en realidad empiezo por un encargo que realizo un investigador de la Universidad de Cardiff para la empresa Sky Travel. En ese estudio fue así como crearon una fórmula que identificara ese día en el calendario, y animara a los consumidores a contrarrestar la tristeza comprando paquetes para irse de viaje.
Esta campaña se volvió tan viral, al punto de instalarse dentro del calendario. Teniendo como resultado que las empresas de viajes ganen mucho más en ese día.
- Anillo de Compromiso con diamantes: a pesar de que los anillos de compromiso son una idea instalada desde hace siglos, los anillos con diamante son un invento del siglo XX. La idea fue hecha por la Cecil Rhodes para su compañía De Beers, donde se dedicaban a extraer diamantes preciosos y venderlos.
Logro no solo imponer la idea de que regalar diamantes era una declaración de amor, sino que además era para siempre. Con el eslogan “Un diamante para siempre” transmitía de que si te regalaban un anillo de diamantes, su amor iba a durar para siempre.
- Regalar corazones y flores en San Valentín: si bien es conocida la historia del sacerdote llamado Valentín, quien comenzó a celebrar matrimonios en secreto y luego fue sentenciado a muerte el 14 de febrero, muchas de las tradiciones no estaban desde un principio. Un ejemplo de esto es el hecho de regalar bombones con forma de corazón y flores.
A principios del XIX, aparecieron por primera vez las cajas de bombones en forma de corazón realizadas por la compañía Cadbury. Para más tarde agregarles caramelos o dulces, junto con unas rosas rojas que representan el amor eterno.
- Papa Noel: es un personaje mitológico que ya había aparecido a mediados del siglo XIX. Pero recién en 1920 se pudo definir como era realmente la figura de Santa Claus. En un anuncio de Coca-Cola publicado en los diarios The Saturday y Evening Post, apareció con un aspecto regordete, una barba blanca y su mítico traje rojo.
El ilustrador Haddon Sundblom trato de crear la personificación del espíritu navideño y la felicidad que Coca-Cola quiere transmitir con su bebida. Por eso decidió hacerlo rojo y blanco, quedando para la historia como los colores asignados para Papa Noel.