Natalia Oreiro, además de cantante y actriz es, junto al músico Ricardo Mollo, madre de Merlín Atahualpa, que ya cumplió 12 años. En una entrevista con la revista Pronto, la uruguaya se refirió a su maternidad, su infancia y el desarraigo que le provocó su mudanza a la Argentina cuando tenía sólo 16 años.
Respecto a cómo la transformó la maternidad, Oreiro explicó: “A Ata lo pensamos un montón, hoy no me imagino mi vida sin él, pero antes no me imaginaba siendo mamá. Es contradictorio, pero yo estaba bien, y pensé que quizá no era una búsqueda. Pensaba que quizá era así, y en un momento quiso venir y fue alucinante”. Y opinó: “Creo que está bueno continuar siendo la misma persona, a mí él me enseña todos los días a disfrutar de la vida, mi hijo me enseña a disfrutar de cosas que me había olvidado”.
Sobre su estilo de crianza de Merlín Atahualpa junto a Ricardo Mollo, Natalia Oreiro contó: “La crianza es una responsabilidad de los adultos, un desafío enorme para el que no siempre estamos preparados”.
Al respecto, Oreiro profundizó: “Criar sin violencia es saber que los niños son personas únicas e irrepetibles. Es necesario aprender lo que pocas veces nos enseñan: a resolver conflictos sin recurrir a los gritos o a levantar la mano, a desandar conductas aprendidas, a promover una crianza de los hijos y las hijas compartida entre mujeres y varones”.
El desarraigo de Natalia Oreiro: cómo fue dejar Uruguay para venir a la Argentina
Hace 30 años que Natalia cruzó el charco y se instaló en Buenos Aires para cumplir sus sueños. Sobre cómo atravesó la distancia los primeros tiempos, explicó: “El desarraigo es lo peor que le puede pasar a una persona, porque perdés tu cultura, tu origen, tu sentido de pertenencia”.
Respecto de su infancia, agregó: “Nosotros, en Uruguay, nos fuimos cuando yo tenía 6 años a vivir a España por un tema económico y volvimos a los dos años porque no tuvimos suerte. En mi casa, los juguetes se inventaban, porque había pocos recursos”.