Momentos de preocupación atraviesa la familia real de los Países Bajos tras el accidente que sufrió Amalia, la hija mayor de Máxima Zorreguieta y el rey Guillermo Alejandro. La princesa tuvo una caída mientras montaba a caballo y debió ser internada de urgencia.
El incidente ocurrió a comienzos de semana y terminó con una fractura en uno de sus brazos. Según informaron medios neerlandeses, la joven fue operada en el hospital UMC Utrecht, donde permanece internada bajo observación médica.

Máxima canceló su agenda oficial para cuidar de su hija, la princesa Amalia
Ante este panorama, Máxima tomó una decisión rotunda: suspender todos sus compromisos institucionales. La reina consorte priorizó la salud de su hija y se instaló en el hospital para acompañarla en todo momento.

No se presentó en el Congreso del CGAP que tuvo lugar en Ámsterdam ni participará de la inauguración del Festival de Holanda, dos eventos clave en su calendario como figura pública. Además, la tradicional sesión de fotos veraniega que suele realizarse en los jardines del Palacio Huis ten Bosch fue reprogramada para el 30 de junio.

La recuperación de Amalia dependerá de cómo evolucione en los próximos días, por lo que la presencia de Máxima en actos oficiales seguirá en duda durante este período.
Amalia, de 20 años, es la heredera al trono y una de las figuras más seguidas por la prensa internacional. Sin embargo, más allá de su rol institucional, es una joven que vive experiencias similares a las de cualquier persona de su edad, como practicar deportes.

En este momento, el foco está puesto en su salud y bienestar. Máxima, con su decisión de dejar las funciones reales por unos días, demuestra que la maternidad está por encima de cualquier protocolo. Se mantiene al lado de su hija como cualquier madre que acompaña a su hija en una situación difícil.