En marzo del año pasado, después de que el COVID-19 sea declarado pandemia, muchos países tomaron la decisión de comenzar con una cuarentena estricta y Argentina no fue la excepción. Así es como gran parte de los trabajadores dejaron las oficinas y empezaron con el teletrabajo, el cual sigue vigente hasta el día de hoy en muchas empresas.
La universidad de San Andrés junto a Microsoft Argentina acaba de hacer público un estudio exclusivo acerca de esta nueva forma de trabajo, en el que se analizaron los cambios que el trabajo remoto produce en el bienestar y en la salud de las personas, y se identificaron los comportamientos de las diferentes generaciones. Y las conclusiones son muy interesantes.
Uno de los resultados que arrojó la primera parte del estudio fue una sopresa: la mayor parte de la gente trabaja más desde casa que en las oficinas. El 75% de los encuestados dijo que dedica más horas a sus labores que antes mientras que el 56% dijo sentirse más productivo. El 48% cree que la calidad de vida laboral es peor de esta forma, sin embargo el 70% dijo estar cómodo trabajando de esta manera.
Daniela Aritto tiene 30 años, es diseñadora gráfica y trabaja en una agencia de publicidad. En cuanto a la división de la vida personal y el trabajo en su caso comentó que hubo momentos en los que por ejemplo seguía recibiendo whatsapps de su equipo fuera del horario laboral y se hacía muy difícil cerrar la jornada. El solo hecho de estar en casa todo el tiempo, y eso de algún modo significaba también tener la “oficina” disponible todo el tiempo, es algo que le generó mucho estrés. Esto pasó un tiempo hasta que entre sus compañeros de trabajo se habló y se dejó en claro que todo lo que no se llegara a hacer en el día quedaría para el próximo.
En este sentido, Silvina Uviz D’Agostino, Directora de Recursos Humanos de Microsoft, explicó que la mayor preocupación que se está teniendo en cuanto a los empleados y el teletrabajo es el “Burn Out” y no la productividad de los mismos ya que en el estudio quedó demostrado que los empleados son igual o más productivos que antes. El Burn Out (“quemarse”, en inglés) sucede cuando los empleados luego de meses de estar compartiendo trabajo y vida cotidiana en el mismo lugar y de no saber como hacer para separarlos, se estresan y colapsan. El estudio demostró que quienes más tienden a sufrir este colapso son quienes viven en pareja y/o con hijos.
Daniela contó que desde la agencia le dieron una computadora con un monitor gigante que le ocupó toda la mesa donde solía comer. Esto la llevó a adaptar su departamento de 2 ambientes para que funcione también como oficina. “Al principio fue medio incomodo porque todo lo que hacía , trabajo y ocio, pasaba en el mismo lugar, aparte de que convivo con mi novio que está en la misma situación. Tenemos 2 oficinas en casa con 2 trabajos diferentes” explicó.
D’Agostino dijo que para resolver estas situaciones donde la gente se siente “exhausta y quemada” es necesario generar espacios de desconexión y esto es parte de la responsabilidad con la que cargan los equipos de recursos humanos y los líderes. Explicó que para evitar el “Burn Out” sin que la productividad baje, hay algo absolutamente trascendental que es el soporte de los líderes dentro de la organización.
Los jefes/as líderes deben ayudar a transitar esta situaciones, de manera empática, comprendiendo a los empleados y las situaciones familiares por las que pueden estar pasando. Es necesario que entiendan en el contexto que estamos para que así se pueda llevar adelante una modalidad totalmente distinta de trabajo, evitar el estrés y fortalecer los vínculos entre los empleados.
Definitivamente con esta nueva forma de trabajo hay muchas cosas que se ganan, pero también otras que se pierden. Valentina García Dillon tiene 21 años y trabaja en dos medios de comunicación cuatro horas en cada uno. En su caso no convive ni en pareja ni con hijos, pero sí con su familia. Contó que situaciones cotidianas como los ruidos de la casa, o su hermano más chico queriendo llamar la atención, son factores que desconcentran y afectan a la productividad del trabajo que realiza. Comentó que a ella ver que su jefe está en la misma situación le sirve como un apoyo para no frustrarse tanto o no sentirse avergonzada por estas situaciones con las que hoy en día todos estamos conviviendo.
El estudio dice que uno de los factores que contribuyen al sentimiento de que el trabajo no se corta nunca, es que falta el momento de transportarse al trabajo y volver de él. En este momento muchas personas lo usan para relajarse, leer un libro o escuchar música. Mientras que Daniela cuenta que ella reemplaza este momento saliendo a caminar luego de la jornada, Valentina explica que para ella era una pérdida de tiempo el viaje en transporte, ya que de esta forma gana alrededor de una hora de sueño a la mañana y una de ocio por la tarde.
Por otro lado está el espacio, que para el equipo de recursos humanos es fundamental, de desconexión como lo son el horario del almuerzo y que los empleados puedan estar con su familia después de las seis de la tarde. Definitivamente uno de los desafíos a los que se enfrenta el personal de recursos humanos es a lograr que los empleados tengan una agenda que les permita balancear la vida personal con la profesional lo cual es difícil ya que en esta situación uno está con el teléfono permanentemente a cuestas.
Como a muchos de nosotros nos pasó, Daniela se fue adaptando al trabajo desde casa “Ya al día de hoy pienso que mantengo todo más o menos ordenado, tengo mi hora de almuerzo donde hago el break y después, cuando termino, salgo a caminar. Disfrutó trabajar desde casa, tiene muchas cosas a favor como ciertas comodidades que te podes dar”.
Pero este no es el caso de Valentina, ya que a ella le cuesta mucho lograr desconectarse del trabajo. Esto la llevó a terminar tareas laborales en cualquier momento del día y a dejar de lado el horario de almuerzo para tomarse el tiempo de cocinarse. Así mismo despertarse solo minutos antes de empezar a trabajar, salteando el momento previo para desayunar y empezar la mañana más tranquila. Hay días donde trabaja desde la cama sin cambiarse el pijama y nota cuanto esto afecta a su productividad, pero son malas costumbres que vinieron con el teletrabajo forzado a causa de la pandemia y son muy difíciles de cambiar.
Otro de los problemas que surgió entre los encuestados es la falta de vínculos. Hay un gran sentimiento de desconexión entre compañeros y el 46% de los encuestados dijo sentirse menos al tanto de lo que pasa en la organización. En los resultados del estudio se pudo ver que a casi la mitad de los encuestados les resulta más complejo trabajar de esta forma para coordinar tareas y resolver problemas.
Sebastián Steizel, Profesor de Comportamiento Organizacional de La Escuela de Negocios de la Universidad de San Andrés, explicó que las personas más productivas fueron quienes estuvieron más conectadas con los compañeros y pudieron resolver más fácilmente los problemas con los que se encontraban.
Valentina se encuentra entre este grupo de personas que se sienten desconectadas de sus compañeros “Si bien existen herramientas donde vos te podes comunicar con tus compañeros, tener reuniones o lo que sea, es diferente la instantaneidad que vos tenes cuando estas con una persona preparando en mi caso una nota o una placa para redes o lo que fuera. El trabajo en equipo cara a cara para mi es mucho más valioso, porque se tratan de diferentemente las cosas y terminas trabajando con gente de otras áreas que opinan o acotan sobre lo que estás haciendo y esto termina nutriendo mucho más a tu trabajo que si se charla por videollamada”, explicó.
Ella vivió la experiencia de empezar un trabajo nuevo en plena pandemia y explicó que esto también afecta a los vínculos entre empleados en cuanto a la parte meramente social. Dijo que es más difícil en esta situación hacerse amigos y más para alguien nuevo dentro del equipo de trabajo, los tiempos son mucho más lentos y se tarda en construir un vínculo de confianza.
Muchos trabajadores están a gusto con esta nueva modalidad. Para quienes venían pidiendo como beneficio o para quienes buscaban un trabajo freelance, esto parece un sueño hecho realidad sin tener en cuenta el contexto de pandemia. Muchas personas lo ven como la oportunidad para viajar o trabajar desde donde más les guste. Sin embargo estos planes se dificultan en un contexto donde las reglas del teletrabajo todavía no están claras y donde por culpa de la pandemia no se tienen todas las libertades que se solían tener.
Uviz D’Agostino dejó en claro que ya no se puede pensar en un futuro sin teletrabajo, nos vamos a enfrentar a un escenario híbrido donde todo el personal va trabajar más desde casa que desde la oficina. En el estudio la mayoría de los directores de Recursos Humanos expresó que se están planificando entre dos y tres días de trabajo remoto por semana. Se viene un trabajo híbrido que será flexible según las necesidades de cada equipo y se están reacondicionando los espacios o desprendiéndose de oficinas para acomodarse a esta realidad donde habrá menos puestos “personalizados”.
Silvina Uviz D´ Agostino contó que en muchas compañías, lo remoto llegó por primera vez mientras que en otras se profundizó, pero no hay dudas que se viene un futuro donde esta modalidad va a permanecer y que el espacio de trabajo será híbrido.