Qué deben evitar los fanáticos de Boca y de River para no colapsar

El director del Instituto de Ciencias del Deporte de la Universidad Favaloro da consejos para ver las finales de Libertadores.

Qué deben evitar los fanáticos de Boca y de River para no colapsar

Los fanáticos de Boca Juniors y River Plate con antecedentes cardíacos, propensos a vivir los partidos con mucho estrés, deben "evitar el cigarrillo, las comilonas y el alcohol" durante los días de las finales de la Copa Libertadores, aconsejó hoy el cardiólogo Roberto Peidró, director del Instituto de Ciencias del Deporte de la Universidad Favaloro.

Incluso para aquellos con algún episodio reciente es recomendable "hacer una consulta previa con el médico" y, de ser necesario, "no ver los partidos y abstraerse con un paseo que reduzca la tensión".

"Un dolor en el pecho, la falta de aire o sentir una transpiración fría" durante los superclásico son síntomas que requieren "un inmediato traslado a un centro asistencial", advirtió el titular de Cardiología de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA) en una nota con Télam.

Peidró confirmó que una situación de estrés como las finales de la Libertadores entre los clubes más populares del fútbol argentino "puede ser desencadenante de un síndrome coronario agudo en personas predispuestas" para tal patología. "Personas con enfermedades en arterias coronarias, las llamadas ateromas (placas), pueden sufrir un accidente ante una situación de estrés, entonces, esas arterias se rompen y sufrir un trombo, un coágulo que produzca una obstrucción", explicó.

"También puede haber situaciones de arritmia", alertó el médico antes de relacionar estadísticamente el riesgo entre las enfermedades cardíacas y un espectáculo futbolístico de mucha tensión como el superclásico.

"Hay estudios que se hicieron para algunos mundiales que lo demuestran. Por ejemplo, la revista British Medical Journal, durante el Mundial Francia '98, estimó que en Inglaterra aumentaron las internaciones por infartos en un 25 por ciento después que Argentina eliminara por penales al seleccionado local. Eso se convirtió prácticamente en un problema de salud pública", consideró.

Peidró, ex arquero surgido de Independiente pero con extensa carrera en el fútbol de ascenso, avisó que "el primer ámbito de prevención de situaciones de estrés agudas es el psicológico" y agregó: "Esta final, al estar definida unos diez días antes, permite hacer un ejercicio de racionalización. Esto consiste en darle la importancia que tiene en relación a otras cosas para llegar a la conclusión de que realmente no es tan importante. No es 'de vida o muerte' como a veces plantean los propios protagonistas o los periodistas".

"Cuando uno racionaliza esta cuestión sabe que alguien va a perder y quedará en el peor lugar. Por supuesto que se pierde la final de la Libertadores, que habrá que sufrir las cargadas de los contrarios, pero todo eso si se racionaliza causará mucho menos estrés y entonces disminuirá el peligro de cualquier complicación en la salud", enseñó.

Contemplado este punto, Peidró se concentró específicamente lo clínico: "Si el partido representa un estrés, lo que implica un factor de riesgo, no hay que sumarle otros factores. Es decir que si alguien fuma -continuó- no debería hacerlo durante las tres horas previas y posteriores al partido porque eso aumenta el riesgo de muerte súbita".

La alimentación también es un punto a tener en cuenta, según el cardiólogo. "Mucha gente tiene la costumbre de la picadita y el alcohol durante el partido pero eso también puede incrementar la probabilidad de un episodio cardíaco. Una gran comilona demanda mucha sangre para el estómago y menos sangre para el corazón", advirtió. "Lo ideal es comer liviano antes, durante y después del partido y evitar la ingesta de grandes cantidades de alcohol", aconsejó, como también "tener la presión controlada para saber si es necesario aumentar la medicación y estar en condiciones de soportar el estrés del partido".

Por último, Peidró cerró con una anécdota que grafica la importancia de no subestimar los factores mencionados con anterioridad: "En 1981, después de un partido entre Morón (su equipo) y Banfield, me avisan que una persona se había desmayado en la tribuna. Yo jugaba en primera y ya era médico, entonces fui a asistirlo, le hice todas la maniobras de reanimación y pudo salir del cuadro severo hasta que la ambulancia se lo llevó del estadio. Horas después falleció -relató- y años más tarde me llamó el nieto de esa persona para comentarme que su abuela, la mujer de la víctima, le había contado que el médico le había prohibido ir a ver a Morón porque había tendido un problema cardíaco y a él le causaba mucho estrés. Ese día, según contó la mujer, el hombre le aviso: 'salgo, ahora vengo', y se fue a la cancha que estaba cerca de su casa. Y murió por no respetar el consejo de su médico".