Si sos de las personas que sufren insomnio, sabés que es un problema importante. No se trata solo de no poder dormir por la noche, sino de que al otro día el cuerpo pasa factura.
Si es tu caso, y no hay té de tilo que te ayude a dormir, no dejes de probar esta técnica que usan la Marina de Estados Unidos.
Es un método con fundamento científico que, dicen, te hará dormir en apenas dos minutos.
Y los militares saben de esto. Ellos deben aprender a dormir en las situaciones más incómodas y estresantes que uno pueda imaginar. Por otro lado, durante el día deben estar lo más alerta posible. Les va la vida en ello.
Así que para ellos es de vital importancia tener un buen descanso.
Sharon Ackman es especialista en alto rendimiento para militares, veteranos y sus familias y explicó cómo el 96% de los pilotos podían quedarse dormidos en dos minutos o menos habiendo practicado este método durante apenas seis semanas.
"Imaginen poder quedarse dormidos casi instantáneamente, sin importar lo que ocurre a tu alrededor", dijo y listó algunos de los beneficios de un buen descanso: la mente estará más clara, se tomarán mejores decisiones y se sentirá más energía.
El método
Lloyd Bud Winter, autor del libro Relax and Win: Championship Performance, dice que esta técnica puede distinguirse en cuatro pasos sucesivos.
El primero es relajar los músculos faciales, incluidas la lengua, la mandíbula y los seis músculos que rodean las cuencas de los ojos.
Entrecerrar los ojos y fruncir el ceño están prohibidos, ya que la tensión debe desaparecer de tu rostro.
En segundo lugar, se debe enfocar la atención en los hombros; llevándolos tan abajo como se puede. Luego hay que relajar los brazos y antebrazos; primero de un lado, y luego del otro.
El tercer paso es exhalar, relajando el pecho. Finalmente, llega el turno de relajar las piernas, comenzando con los muslos antes de bajar a la parte inferior de las piernas.
Después de completar estos cuatro pasos, se deben invertir diez segundos completos despejando el desorden mentales.
¿Cómo hacerlo? Bud Winter sugiere imaginar una de las siguientes imágenes mentales.
La primera es proyectarnos dentro de una canoa en un lago sereno, con un cielo azul sobre uno, mientras que la segunda es estar acurrucado en una hamaca de terciopelo negro dentro de una habitación completamente oscura.
La última opción es repetirnos en voz baja "no pienses, no pienses, no pienses", una y otra vez, durante 10 segundos, el tiempo que haga falta.
¿Qué opinás? ¿Vas a intentarlo?