En los últimos seis días llovió cuatro veces más que el promedio de junio. Esta situación llevó a que muchas zonas de Argentina presenten inundaciones, calles anegadas, y que el asfalto se convierta en un factor de riesgo para los conductores.
El aquaplaning o "planeo sobre el agua" es una de las principales causas de choques cuando la calle está mojada. Se produce cuando la cubierta de un auto no llega a sacar todo el agua presente y pierde contacto con el asfalto. Esta falta de adherencia de la cubierta lleva a que el conductor pierda el control del vehículo en un giro o en una frenada.
Los expertos en seguridad vial recomiendan que ante un caso de aquaplaning el conductor jamás debe frenar o doblar, porque al recuperar la adherencia podría ser más peligroso. Lo que hay que intentar hacer es desacelerar y tratar de llevar el auto hasta que vuelva a hacer contacto con el suelo.
Pero hay formas de evitar que nuestro auto planee en la calle. Para ello es importante no manejar a alta velocidad; acelerar, frenar y doblar con suavidad y tener los neumáticos en condiciones e inflarlos con la presión recomendada por el fabricante.
Las ruedas gastadas son uno de los principales factores de riesgo para tener un accidente cuando el asfalto está mojado. El dibujo de las cubiertas tiene la función de evacuar el agua y debería tener un mínimo de 1,6 mm de profundidad.
Ante luvias fuertes o caída de granizo, la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) recomienda: mantener la calma, evitar usar el freno y disminuir la velocidad lentamente, así como aumentar la distancia entre vehículos y evitar adelantamientos.
En el caso de necesitar detener el vehículo, hay que hacerlo lejos de la calzada y únicamente en zonas permitidas. Asimismo, los expertos recomiendan evitar parar debajo de puentes en autopistas, ni de árboles y tampoco en zona de caminos.