Doble femicidio en San Antonio: el victimario habría violentado antes a las mujeres en un local bailable

Sergio Kosak, comerciante de la ciudad, es el principal sospechoso del atroz crimen que conmueve aún a la localidad. Los mismos habrían mantenido una discusión fuera de un local bailable, lo que habría derivado en la represalia por parte de Kosak. Intensos rastrillajes son efectuados para dar con su paradero.

Madre e hija asesinadas en San Antonio.
Madre e hija asesinadas en San Antonio. Foto: policía de misiones

Sergio Kozak, un comerciante de la localidad de San Antonio acribilló en la madrugada de este lunes a su pareja y a su suegra, para posteriormente darse a la fuga. La policía desplegó un importante operativo cerrojo en toda la franja fronteriza para dar con el hombre, que se habría fugado con dirección a Brasil.

El hecho ocurrió en horas de la madrugada de la jornada de ayer en el barrio Nueva Esperanza cuando las víctimas, Graciela Agüero de 39 años, y su hija Débora Elizalde de 24, descendieron de un auto para volver a su casa. En el mismo vehículo viajaba otro joven, hijo y hermano de las víctimas, quien se convirtió en un testigo clave para el avance de la causa.

Según establecieron los investigadores, las víctimas y el victimario habían estado un local bailable ubicado en San Antonio sobre la Ruta N°101 antes de que ocurriera el crimen. En ese momento, se produjo una situación violenta que precedió al sangriento crimen, ya que como indicaron testigos, las mujeres discutieron con el hombre. La violencia con la que este último arremetió contra ellas derivó en la intervención de unos efectivos policiales, que se presume prestaban servicio adicional en el lugar.

Sergio Kosak, sindicado autor del doble femicidio.
Sergio Kosak, sindicado autor del doble femicidio. Foto: policía de misiones

Dicha intervención terminó con el hombre expulsado del local bailable. Esta situación, lejos de aplacar su violencia, lo llevó a buscar un arma que se hallaba en su domicilio y dirigirse nuevamente al local. Allí, con premeditación, esperó a que las víctimas se retiraran.

En ese momento las siguió en su vehículo particular, intentando primero atropellarlas sin éxito. Por lo tanto, sacó el arma y abrió fuego contra ellas, con un calibre 38, ejecutándolas a quemarropa.