Los primeros restaurantes fantasma están comenzando a nacer y son, según emprendedores y analistas, la propuesta del futuro. Lo extraño es que no tienen mesas ni sillas. Tampoco vajilla elegante y mucho menos mozos.
Se trata de cocinas con cocineros trabajando en propuestas sofisticados pensados para ser transportados hasta la puerta de tu casa. ¿Delivery? No. Mejor pensémoslo como un room-service.
La diferencia con el delivery es que el pedido podrá ser (siempre dentro de los límites), lo más personalizado posible. Casi como si tuvieras al chef de tu restaurante favorito cocinando según tus indidicaciones. Pero, la diferencia con un restaurante convencional, es que si pasás por la puerta no podés entrar: no sirven comida al público, solo la distribuyen a través de apps.
La clave que hace de los restaurantes fantasma un negocio rentable es la reducción al mínimo de los recursos. Keatz es una cadena alemana de restaurantes fantasma que acaba de ampliar su mercado en España. Su base de operaciones es una enorme cocina subterránea en la que preparan ocho tipos de comida ( burritos, ensaladas, gazpacho, puré, pizza o poke-bowls) que distribuyen por todo su mercado.
¡Atención emprendedores!
