Fin del conflicto entre Paulo Londra y Rocio Moreno: Ana Rosenfeld contó los pormenores del acuerdo

“Hemos arribado en un todo a recomponer los derechos de Rocío”, contó la abogada de la expareja del trapero cordobés.

Rocío Moreno Paulo Londra
Rocío Moreno Paulo Londra

Finalmente este lunes el conflicto entre Paulo Londra y Rocío Moreno parece haber llegado a un fin. Es que ambos arribaron a un acuerdo por los que el trapero cordobés deberá hacerse cargo de la obligación alimentaria y una compensación a favor de la mamá de sus hijas.

La disputa judicial demandó más de dos audiencias en el Tribunales de Familia de Córdoba para que las partes se pusieran de acuerdo. Las abogadas de Rocío, Luciana Ulla y Ana Rosenfeld, fueron las encargadas de brindar precisiones sobre lo acordado.

“En principio no se ponían de acuerdo en nada”, graficó Rosenfeld en declaraciones a Arriba Córdoba. Y agregó: “Tratándose de un tema de familia, vamos a buscar la confidencialidad, primero por las cifras que se manejan y después porque hay menores en el medio”.

El conflicto también demandó otras reuniones por fuera de las audiencias, incluso este domingo los abogados de ambas partes también estuvieron reunidos. “El día de ayer nos reunimos durante horas con el colega y hemos pulido todos los detalles para que no sea solamente una firma, sino que se cumpla”, detalló la abogada de Rocío.

A su vez, resaltó la tarea de la joven mamá: “Lo que hace una mujer conviviente es fundamental, y en este caso hemos arribado en un todo a recomponer los derechos de Rocío”.

En este sentido, remarcó: “Por la carrera que tiene Londra, que ojala sea eterna, obviamente la que va a tener que ocupar un rol fundamental en la educación y cuidado de las niñas es Rocío. Así que respetar los derechos de la mujer en los cuales tiene que dejar de lado sus actividades propias por el cuidado de los chicos, me parece que fue bien visto por Londra y se dio cuenta que había que firmar”.

Lo que la abogada finalmente desmintió es que el acuerdo incluyera una cláusula con un bozal legal para ambos, impidiendo que pudieran hablar en público del otro. Eso no es parte del acuerdo.