Las turbulencias entre el plantel y Sampaoli y el antecedente en Mundiales

El intento burdo y en vano del presidente de AFA por disimular la crisis por la que atraviesa el seleccionado, registra casos similares. Uno, con final feliz. En las últimas horas, pudo haber reconciliación.

Después de la tormenta por la goleada de Croacia, hubo indicios de reconciliación con Sampaoli. En la relación con Messi por ejemplo. La influencia en el armado del equipo se mantiene.
Después de la tormenta por la goleada de Croacia, hubo indicios de reconciliación con Sampaoli. En la relación con Messi por ejemplo. La influencia en el armado del equipo se mantiene.

El torpe intento de Claudio Tapia de intentar responsabilizar a la prensa por la crisis interna que atraviesa la Selección en el Mundial de Rusia, no despeja ni los rumores ni las sospechas de que la relación entre el plantel y el cuerpo técnico de Jorge Sampaoli estaba rota o cerca de romperse. Al parecer, en las últimas horas hubo también un pacto o intento de reconciliación.

Después de la lacerante goleada a manos de Croacia, empezaron a ventilarse todo tipo de conjeturas, incluso que los jugadores habían pedido que el técnico no los dirigiera contra Nigeria, en el choque decisivo contra Nigeria.

En lo que aparentemente fue un intento de insurrección, el grupo de élite que comanda la Selección, con Lionel Messi y Javier Mascherano a la cabeza, vuelve a influir en el armado del equipo, como presuntamente lo hicieron para el debut con Islandia, con un magro empate. O con la lista de convocados para el mundial. Versión no comprobada oficialmente, pero tampoco desterrada ni desmentida con la energía suficiente como para demostrar lo contrario.

El bochorno parece instalado en el campamento argentino en Rusia, a todo nivel. Es difícil encontrar antecedentes semejantes en otras Copas del Mundo, pero en un 1958, en el Mundial organizado por Suecia, hubo un acto de sublevación en el seno del plantel de Brasil.

Después de los dos primeros partidos en el torneo, en los que los brasileños no mostraron su mejor funcionamiento, los más experimentados del plantel, Didí y Nilton Santos, encararon al técnico Vicente Feola y presionaron para que ingresaran en la formación titular dos jovenes figuras: Pelé y Garrincha.

"O juegan ellos o no jugamos nosotros", se dice que amenazaron los jugadores. El técnico, a quien todos reconocían como amigable y bonachón, en el siguiente partido, ante la Unión Soviética, puso a Pelé, de apenas 17 años, y a Mané Garrincha, por Joel y Mazola. El Scrtach mejoró sustancialmente, y obtuvo su primera corona con Pelé como figura.

Con el tiempo, salieron las desmentidas. Zito, otro referente de ese plantel, lo hizo de manera categórica y remarcó que Feola no incluía a Pelé porque estaba lesionado en la rodilla. Más allá de los dichos y contradichos, quedó instalado que Brasil consiguió su primer título después de un motín en el vestuario.

La Selección, plantel y cuerpo técnico, habrían pactado una tregua y tirar para el mismo lado en la "final" contra Nigeria. Es posible que aún estén a tiempo.​