Vaya si es particular esta ciudad de Marruecos encajonada en las montañas del Rif. Para donde mirés, en Chefchaouen (o Chaouen, como le dicen los lugareños) todo es azul: casas, escaleras, puertas y ventanas...
El color se luce en mil variantes de cobaltos, turquesas y celestes, pero se impone esa tonalidad índigo, llena de vida, que en México llaman "azul rey" y aquí es marca registrada del pasado y el presente. Fundada en 1471, la Ciudad Azul está siempre plena de turistas, aunque su ritmo es muy tranqui. Los guías cuentan que su singular impronta viene de los años 30, cuando llegaron muchos judíos en condición de refugiados y comenzaron a pintar de este color sus frentes para reflejar el cielo que les recordaba a dios. Igual no falta quien dice que, en realidad, la costumbre tiene un origen menos poético: ahuyentar a los mosquitos. A su belleza sencilla y rotunda, se le suman la brevedad de su entramado urbano y las callejuelas serpenteantes, que te invitan a pasear infinitamente olvidando el alocado compás actual. ¿Una sugerencia? Sentarnos en alguno de sus barcitos y pedir el célebre té verde con hojas frescas de menta, una delicia dulzona que marida de maravillas con el relax.
El paraíso pitufo
Caminar por sus encantadoras callejuelas de tinte añil y admirar el arte de las puertas de madera ya es un programón en sí mismo. Pero si tenés la suerte de hacer este viaje, date una vuelta por su Gran Mezquita de estilo andaluz (no podés entrar si no sos musulmán, pero vale la pena contemplarla), y por los talleres artesanales y tienditas que abundan en su pequeño entramado urbano: hay collares, cerámicas, alfombras y especias perfumadas que vas a adorar. En torno de la plaza Uta El-Hamman, hay chiringuitos que venden tajín, cous-cous y maakouda, una prima hermana de la tortilla española (con comino, cúrcuma y pimienta negra) que se come con aceitunas, tomate y aros de cebolla. Bocado celestial.
Cómo llegás
Aeropuerto de Tánger
El de la ciudad de Tánger, a 120 km. Desde ahí, podés tomar un taxi o un ómnibus hasta la Ciudad Azul. También hay buses que llegan desde las principales urbes marroquíes (Casablanca, Fez, Rabat, Tetuán, Meknes) y desde Ceuta, en España.