María es una mujer de Glasgow, en Escocia, que experimenta a diario múltiples orgasmos producidos por situaciones cotidianas como un bache, andar el bici o el sonido de un instrumento musical. Esto se debe a que sufre lo que se conoce como Desorden de Excitación Sexual Persistente (PGAD, por sus siglas en inglés), una extraña condición que afecta solo al 1% de las mujeres en el mundo.
En diálogo con The Herald en Escocia, la mujer, de 61 años, contó que esta condición le "arruinó la vida" y que la mantiene "como reclusa" al ser incomprendida y no poder realizar ciertas actividades sociales.
María no puede evitar el clímax, incluso cuando no siente ningún deseo sexual. Además, cuenta que la sensación que experimenta no es placentera. "La mayoría de las veces me siento como si estuviera sentado en un nido de hormigas", asegura.
"Hay momentos en que es un cosquilleo todo el día, pero luego algo lo desencadena y es un orgasmo en toda regla. Conduciendo sobre baches, turbulencias de aviones, escaleras mecánicas, la vibración de los violines, no sé cuántas mujeres podrían decir que asistieron a un concierto de Shania Twain y ella les dio un orgasmo", reveló la mujer, burlándose de su padecimiento.
"Uno de mis amigos me dijo que me convertiría en una solitaria", contó María, quien estuvo casada hace tiempo pero su marido falleció.
A fin de hacerle frente a este trastorno, la mujer probó tratarse con fisioterapia del suelo pélvico e inyecciones de esteroides directamente en su clítoris, pero ningún tratamiento le dio resultado.
María acusa a un médico de desencadenar su enfermedad, en 2017, cuando acudió a su consultorio para hacerse un examen de Papanicolaou. Según contó, el doctor embistió su parte íntima con un espéculo.
Desde aquel momento, la mujer ha realizado distintos pedidos para conseguir fondos paras viajar al extranjero y tratarse, pero la solicitud ha sido rechazada por NHS Greater Glasgow y la Junta de Salud de Clyde.