“Hasta siempre, socio de mi vida”, la emotiva despedida de la exesposa de Gerardo Rozín

Mariana Basualdo, madre del hijo mayor del periodista, recordó los momentos más importantes que vivió junto a su expareja en una carta compartida en sus redes sociales.

Mariana Basualdo se despidió de Gerardo Rozín, su primer esposo y padre de su hijo Pedro.
Mariana Basualdo se despidió de Gerardo Rozín, su primer esposo y padre de su hijo Pedro. Foto: @mariana.basualdo

Mariana Basualdo, la primera esposa de Gerardo Rozín y madre de su hijo mayor, Pedro Rozín, le dedicó unas emotivas palabras de despedida acompañadas de un compilado de fotos.

El conductor rosarino de programas como La peña de Morfi, Gracias por venir y Todos a la mesa, falleció el viernes 11 a causa de un tumor cerebral. Frente a su partida, Basualdo se despidió de él a través de sus redes.

“Todo empezó hace 40 años con tu primera apuesta por mí. Esa vez remaste para salir conmigo y ganarle a dos amigos un Fantoche y una Coca”, comenzó relatando la expareja del periodista. Ambos se conocieron en el secundario, mientras estaban en el Colegio Superior de Comercio de Rosario.

Recuerdo de Mariana Basualdo cuando se casó con Gerardo Rozín.
Recuerdo de Mariana Basualdo cuando se casó con Gerardo Rozín. Foto: @mariana.basualdo

Luego agregó: “Siguieron la secundaria, las clases de teatro, años de amistad, tu exilio en Buenos Aires, tus visitas a Rosario, mates en mi oficina, mis viajes a Buenos Aires, mi exilio a tu lado y la segunda gran apuesta: formar una familia. Y con ella, Pedro”.

El matrimonio primero mantuvo una relación durante cinco años hasta que sellaron su amor con un casamiento. Para agrandar su felicidad, en el año 2000 le dieron la bienvenida a su primer hijo, Pedro.

Mariana Basualdo, Gerardo Rozín y su hijo en común, Pedro.
Mariana Basualdo, Gerardo Rozín y su hijo en común, Pedro. Foto: @mariana.basualdo

Para cerrar la carta, Basualdo escribió: “Después la vida misma… separados, pero siempre a la par. Lo próximo no va a ser fácil, pero como diría nuestro querido Drexler: «Mi corazón va a sanar, va a sanar, va a sanar. Y va a volver a quebrarse. Mientras le toca pulsar». Hasta siempre, socio de mi vida”.