Falso OnlyFans: produce y vende contenido para adultos por Facebook desde la cárcel de Mendoza

Está presa desde el 2020 por el asesinato de un presunto proxeneta. Desde la cárcel de mujeres de Cacheuta, vende fotos y videos eróticos y cobra en una cuenta de Mercado Pago a nombre de su mamá.

La joven que vende material erótico está en la Cárcel de Cacheuta.
La joven que vende material erótico está en la Cárcel de Cacheuta. Foto: Vía Szeta

Se trata de Sofía Camila Ibarra Zalazar (22), más conocida por sus clientes como “Camilita”, una joven que desde hace dos años y medio está presa en la cárcel de mujeres de Cacheuta por el asesinato al presunto proxeneta Marcos David Figueroa (30) a mediados del 2020. Recientemente, se descubrió que la convicta vende contenido erótico a través de Facebook y cobra a través de una cuenta de Mercado Pago a nombre de su madre.

Mientras espera el juicio en su contra, Camila comenzó a captar la atención de varios usuarios en redes, ya que hace tiempo viene comercializando fotos, videos y hasta videollamadas “hot” desde su celda a través de Facebook, algo que está prohibido por el Servicio Penitenciario.

De esta manera, desde el encierro empezó a subir historias comentando que vendía su contenido “picante” y que recibía el dinero por transferencia a través de la billetera virtual. “Venta de contenido hot. Info al privado”, posteó acompañado por una foto suya en ropa interior y de esa manera llamó la atención de varios de los 5.000 seguidores que tiene en Facebook.

Sofía Camila Ibarra Zalazar está presa por homicidio y vende contenido pornográfico desde la cárcel.
Sofía Camila Ibarra Zalazar está presa por homicidio y vende contenido pornográfico desde la cárcel. Foto: Diario El Sol

Llamaron la atención muchos de los comentarios que recibió a partir de la oferta del contenido. “Pasá tu WhatsApp compañera y hacemos negocio”, escribió un usuario; mientras que otro le aseguró: “Cuando cobre voy a ver si me queda algo. Está dura la mano”; mientras otros le pedían hablar por privado en WhatsApp, ya que en una de las fotos del posteo hizo público su número de celular.

Los comentario que recibe a diario Camila a través de Facebook.
Los comentario que recibe a diario Camila a través de Facebook. Foto: Diario El SOl

Cuánto cobra el material erótico “Camilita”, la presa de Mendoza

El diario El Sol tuvo acceso a una conversación privada en la que un seguidor la contactó para adquirir el material erótico. De ese chat surgió que la convicta vendía el “pack” de 20 fotografías a $2000, uno de videos a $3.000 y el servicio de videollamadas por $4.000.

Una vez que los clientes elegían el pack, Ibarra les pasaba el número de CVU de la cuenta donde realizar el pago. Esta estaba a nombre de una mujer de apellido Zalazar, por lo que se confirmó que se trataba de la cuenta de la madre de Camila. Una de las hipótesis es que ese dinero va directo a la familia de la joven, ya que tiene un hijo de 5 años que quedó a su cuidado.

Esta es la conversación que se filtró entre Sofía Camila Ibarra Zalazar y un usuario de Facebook.
Esta es la conversación que se filtró entre Sofía Camila Ibarra Zalazar y un usuario de Facebook. Foto: Diario El Sol

El pedido a la Justicia de Camilita, la joven que vende contenido “hot” desde la cárcel

La joven convicta solicitó a través de su defensa la posibilidad de gozar del beneficio de la prisión domiciliaria para estar cerca de su familia. El argumento de Camila se basa en que tiene que cuidar de su hijo de 5 años, y que para eso, su hermana le ofreció alojarla en su casa. Sin embargo, aún está pendiente el resultado del examen psiquiátrico a la mujer.

Camila se encuentra acusada por el delito de homicidio en ocasión de robo, en calidad de coautora, por lo que podría recibir una pena de 10 a 25 años de encierro. Por el momento, se espera a que el peritaje esté listo para que en los próximos días se realice una audiencia en la que se le correrá vista a la fiscal de Homicidios, Claudia Ríos y luego un juez decidirá si las condiciones están dadas para que Ibarra salga de prisión o no.