Brigadier Norberto Dimeglio: “Malvinas es un Objetivo Irrenunciable que marcó por siempre a nuestras vidas”

A 40 años del conflicto bélico del Atlántico Sur, Vía Mar del Plata te cuenta la historia de uno de los aviadores que participó del primer ataque a los buques británicos.

A bordo del Mirage 5-Dagger C410, Tandil 1981
A bordo del Mirage 5-Dagger C410, Tandil 1981 Foto: Norberto Dimeglio

El Brigadier (R) VGM Norberto Rubén Dimeglio hoy vive en Mar del Plata y fue uno de los aviadores que participó del primer ataque a los buques británicos, destronando mitos sobre la forma de combate desde el aire.

Comandante de Operaciones Aéreas, 17 diciembre 2004
Comandante de Operaciones Aéreas, 17 diciembre 2004 Foto: Norberto Dimeglio

Nació en Lanús, Provincia de Buenos Aires el 11 de marzo de 1950. En 1953 sus padres se radicaron en Mar del Plata, donde cursó sus estudios primarios y secundarios en el Instituto Peralta Ramos integrando la Promoción 1967 de los Bachilleres. Desde temprana edad concurrió al Club Náutico Mar del Plata practicando varios deportes, remo, tenis, básquet, etc.

Instituto Peralta Ramos, 1967
Instituto Peralta Ramos, 1967 Foto: Norberto Dimeglio

Sus inicios como aviador:

“Cursando el último año del bachillerato comencé mi preparación para el ingreso a la Escuela de Aviación Militar de la Fuerza Aérea Argentina, cita en la ciudad de Córdoba. Hecho que se concretó el 14 de febrero de 1968 luego de aprobar los exámenes médicos, intelectuales, físicos y sociales pertinentes”, relató en dialogo con Vía Mar del Plata.

Y continuó: “Me recibí de Aviador Militar el 7 de diciembre de 1972 obteniendo los siguientes premios: Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea Argentina, Armada Argentina, Ministero Della Difesa de la Repubblica Italiana, Fuerza Aérea de Chile y Royal Air Force de Gran Bretaña”.

Pintura realizada por un kelper certificando nuestro ataque el 1 de mayo de 1982
Pintura realizada por un kelper certificando nuestro ataque el 1 de mayo de 1982 Foto: Norberto Dimeglio

En 1973 realizó el Curso para piloto de combate en la IV Brigada Aérea de Mendoza, luego del cual y ya destinado en la V Brigada Aérea de San Luis, voló unas 800 horas en aviones Douglas A4-B Skyhawk, alcanzando con el grado de Primer Teniente el cargo de Jefe de Escuadrilla e Instructor.

“En agosto de 1978, fui seleccionado para realizar el curso de vuelo de los aviones Mirage 5-Dagger comprados a Israel en esa oportunidad, realizando mi primer vuelo solo en una base israelí ubicada en el desierto del Sinaí el 28 de noviembre, un recuerdo inolvidable e icónico por el lugar de la realización a pesar de las circunstancias políticas que se vivían en Argentina”, recordó

En agosto de 1979 los Dagger adquiridos son asentados en la VI Brigada Aérea en Tandil, donde siguió capacitándose en tácticas y operaciones sobre objetivos terrestres asignados para cumplir con nuestra misión.

Casa del Gobernador en Puerto Argentino 1982
Casa del Gobernador en Puerto Argentino 1982 Foto: Norberto Dimeglio

El inicio de la guerra de Malvinas

“El 2 de abril de 1982 ya con el grado de Capitán, 32 años, y siendo instructor con más de 500 horas de vuelo en el avión Dagger, nos enteramos de la Recuperación de Nuestras Islas Malvinas al llegar a la Brigada. No teníamos la menor idea de lo que ocurría, dado que toda la planificación de la Operación Rosario fue secreta y conocida sólo por los elementos participantes. La sorpresa fue total, dudas, inquietudes y la pregunta: ¿…y ahora, que pasará?”, afirmó Dimeglio.

Pintura interpretativa de la visión del piloto en un ataque a un buque británico.
Pintura interpretativa de la visión del piloto en un ataque a un buque británico. Foto: Norberto Dimeglio

Asimismo, remarcó que “de inmediato nos pusimos a buscar información relacionada con el material de guerra que tenía Gran Bretaña, buques, aviones, helicópteros, radares, armamento, etc.…. La actividad fue febril y breve ya que el 6 de abril desplegamos con seis aviones Dagger a la Base Aérea Militar (BAM) Comodoro Rivadavia, que a la vez era sede del Comando de la Fuerza Aérea Sur (organización para la conducción de las operaciones de guerra); base del centro de Transporte Aéreo en la Patagonia y asiento de aviones Mirage III-E interceptores para la defensa del sector patagónico”.

Bautismo por el primer vuelo sólo en Mentor T-34, el 28 mayo 1972. 1er.Ten Rojo Arauz Instructor y Alférez Dimeglio
Bautismo por el primer vuelo sólo en Mentor T-34, el 28 mayo 1972. 1er.Ten Rojo Arauz Instructor y Alférez Dimeglio Foto: Norberto Dimeglio

“La estadía en esta unidad sirvió para que realizara, acompañando a mi Jefe de Escuadrón el Mayor Sapolski, el vuelo más largo en la historia del Dagger en Argentina, uniendo Comodoro Rivadavia con Puerto Argentino, en la Isla Soledad, breve sobrevuelo y regreso a Comodoro. Una operación de 2:43 horas recorriendo más de 1.945 km. de los cuales unos 10 minutos son sobre tierra firme, el resto, sobre nuestro mar Argentino. Recordemos que el Dagger, concebido para operar en Francia o Israel, no tiene capacidad de reabastecerse de combustible en vuelo, ello fue una muy importante limitación durante el conflicto, por la gran distancia en que se encuentran las Islas, en particular, Puerto Argentino del continente”, afirmó.

Escuadrilla de acrobacia Douglas A4-B Skyhawk, 22 agosto 1976. Cap. Ruggiero; Ten Moreno; Cap. Echenique; 1er.Ten González; Ten Dimeglio.
Escuadrilla de acrobacia Douglas A4-B Skyhawk, 22 agosto 1976. Cap. Ruggiero; Ten Moreno; Cap. Echenique; 1er.Ten González; Ten Dimeglio. Foto: Norberto Dimeglio

Y agregó: “A raíz de ese vuelo, el Comando decidió desplegarnos a la BAM San Julián, a unos 760 km. de Puerto Argentino, donde ya estaban basados los Douglas A4-C Skyhawk y entre sus pilotos el joven Daniel Paredi, vecino de Pirán. Con ellos compartimos muchas horas de espera, las primeras misiones de combate real y las alegrías y frustraciones que trae el desarrollo de un conflicto armado”.

Fue uno de los primeros argentinos en combatir desde el aire

Tuve la oportunidad de realizar el primer ataque a los tres buques británicos, que luego del mediodía del 1 de mayo y con un intenso cañoneo a Puerto Argentino buscaban su rendición. De esta manera contribuimos al inicio del Bautismo de Fuego de nuestra Fuerza Aérea Argentina. Esto sucedió, cuando despegué de la BAM San Julián con tres Dagger, con mis numerales el, Teniente Gustavo Aguirre Faget y el Primer Teniente César Román, teniendo como objetivo: atacar a los nuevamente invasores británicos. Nuestro armamento era el disponible; no tenía la Fuerza Aérea responsabilidad operacional sobre el mar; no estábamos preparados para sobrevolar tantas millas en aviones con un solo motor; atacar buques en alta mar; detectar los radares de los buques y aviones enemigos, pero en nuestras Islas Malvinas, ya muchos argentinos esperaban que alguien los ayudara silenciando y alejando a los agresores. Por ello, es que fuimos una y otra vez, hasta el mismo 13 de junio, fecha en que hice mi última misión de combate junto, una vez más, a Román, regresando al continente con la fortuna de no haber perdido a ninguno de mis pilotos”, explicó el ex combatiente.

Mira de la cineametralladora de un Mirage 5-Dagger en Estrecho San Carlos, mayo 1982
Mira de la cineametralladora de un Mirage 5-Dagger en Estrecho San Carlos, mayo 1982 Foto: Norberto Dimeglio

Ese domingo 1 de mayo, la Fuerza Aérea Argentina realizó muchas salidas de combate contra los británicos, “sufrimos la pérdida de compañeros y amigos en aviones Canberra y Mirage”, expresó Dimeglio y enfatizó: “Nuestro vuelo culminó con éxito, dado que atacamos en forma individual a los tres buques que cañoneaban a nuestra gente, con munición de los cañones de 30 mm. y lanzando cada uno, dos bombas de 250 kg., frenadas por paracaídas y con espoletas retardadas, logramos sobrevolarlos y regresar a San Julián, sin mayores problemas”.

Comandante de Operaciones Aéreas, 17 diciembre 2004
Comandante de Operaciones Aéreas, 17 diciembre 2004 Foto: Norberto Dimeglio

¿Cuál fue el resultado de esta acción nunca reconocida en su totalidad por Gran Bretaña?

“La realidad es que reaccionaron de la siguiente manera: Suspenden ese mismo día, las conversaciones para alcanzar un cese de hostilidades entre las partes, que gestionaba el Señor Presidente del Perú, el arquitecto Fernando Belaúnde Terry; al día siguiente, 2 de mayo y sin ningún aviso ni explicación, hunden a nuestro crucero General Belgrano, fuera de la zona de exclusión por ellos declarada (algo incomprensible bajo un razonamiento lógico); los días siguientes, con sus buques cañonean a Puerto Argentino solamente los días de mala meteorología o de noche y más aún, se toman 20 días para reorganizarse, incrementar los aviones, buques y tropas, buscar más información y producir el desembarco en la zona de puerto San Carlos, al este de la Isla Soledad, dentro del estrecho homónimo. Una más, terminado el conflicto las autoridades británicas imponen el secreto por 90 años a las operaciones realizadas en Nuestras Malvinas”, manifestó.

A bordo del Mirage 5-Dagger C410, Tandil 1981
A bordo del Mirage 5-Dagger C410, Tandil 1981 Foto: Norberto Dimeglio

Y cuestionó: “¿Por qué semejantes medidas?, ¿Acaso el 1 de mayo alguno de esos tres buques sufrió algún daño de consideración que no le permitía al Imperio regresar con honor si se detenía el conflicto en ese mismo momento? Espero que algún día sepamos la realidad acontecida”.

Tiempo después del conflicto la Fuerza Aérea llevó a cabo una serie de estudios para determinar en qué momento, la tensión, los nervios, las sensaciones del piloto de combate, lograban su máxima expresión. “Para ello, nos colocamos el equipo que registraba nuestro ritmo cardíaco, el ‘Holter’, durante 24 horas, realizando una actividad normal y se determinó que la tendencia a una mayor excitación era en la inspección exterior del avión en tierra previo al vuelo y obviamente en los momentos más calientes de un vuelo, tipo el combate aéreo entre aviones o el ataque a algún objetivo en superficie. Pero durante la guerra y en mi caso, coincidiendo con esas conclusiones, creo que el momento más difícil fue cuando tuve que realizar la segunda misión o salida de combate”, señaló Norberto.

Escuadrilla Torno el 1 de mayo de 1982 en BAM San Julián
Escuadrilla Torno el 1 de mayo de 1982 en BAM San Julián Foto: Norberto Dimeglio

Por otra parte sostuvo que “en la primera misión, la del 1 de mayo con toda la sorpresa, riesgo, tensión que vivimos, la adrenalina permitió superar todo ello. La preparación del vuelo o el desarrollo del mismo, parecían situaciones rutinarias. Incluso recuerdo, que cuando finalizó el ataque a los buques y comienzo a tomar altura para regresar al continente, hago la comunicación de radio estándar luego de un ataque de práctica: UNO SALIENDO y escucho las dos frases más hermosas que aún hoy me conmueven: DOS SALIENDO y TRES SALIENDO……”.

“Eso significaba la caída de un mito, de un verso comercial, ya que según vendían algunos, eran necesarios nueve aviones para atacar a una fragata británica de última generación, de modo que alguno pudiera sobrevivir. Nosotros fuimos tres y volvimos los tres, a pesar de que en el libro “La Batalla por las Malvinas”, de los periodistas Hastings y Jenkins, página 166, relatan que los tres Mirages fueron derribados, y bueno, por mi parte, aún estoy contando este relato”, añadió.

1er. Vuelo sólo Mirage 5-Dagger, Base Eitam Península del Sinaí, 28 noviembre 1978
1er. Vuelo sólo Mirage 5-Dagger, Base Eitam Península del Sinaí, 28 noviembre 1978 Foto: Norberto Dimeglio

La segunda misión

“La segunda misión, hace que uno ya reflexione sobre lo que en realidad puede suceder, y con la experiencia de otros pilotos que no pudieron volver, ya el prepararse para el vuelo toma otra dimensión. Pero hay una realidad, que comentábamos todos los días, “…..muchachos, el que sueña que se muere se muere……..”, gran frase que mantuvo en alto la autoestima, el coraje y la pasión por defender lo nuestro y sabíamos que nosotros no nos íbamos a morir, a lo menos en ese momento”, sintetizó el Brigadier.

BAM Río Gallegos, 14 de junio 1982, II Escuadrón Aeromóvil, personal de pilotos, mecánicos y soldados.
BAM Río Gallegos, 14 de junio 1982, II Escuadrón Aeromóvil, personal de pilotos, mecánicos y soldados. Foto: Norberto Dimeglio

¿Qué es Malvinas para Norberto Dimeglio?

“Malvinas es un Objetivo Irrenunciable, algo que el pueblo Argentino a través de sus gobernantes debe educar, trabajar, apoyar, planificar y luchar, en los foros correspondientes, para reintegrarlas a nuestra historia, a nuestra territorialidad. No va a ser fácil, a la luz de lo progresado en estos 40 años que hemos vivido, pero mantengamos la llama viva que el momento llegará”, aseveró.

El final de la guerra

“El fin del conflicto se veía venir, con el avance de las tropas británicas sobre la Isla Soledad, en combate terrestre a la vista de Puerto Argentino, nosotros seguimos operando nuestros aviones cada vez con más interceptaciones y menos blancos redituables para torcer el destino. Mi última misión fue el 13 de junio, junto a Román teníamos como objetivo las tropas británicas que combatían a la altura del monte Dos Hermanas, no llegamos a la zona porque nos cruzamos con un helicóptero Sea Linx proveniente de parte de la flota que estaba al sudeste de las islas. Tratamos de derribarlo, pero no es fácil por la maniobrabilidad del helicóptero frente a la gran velocidad del Dagger. Luego de ello, decidí que regresáramos dado que la sorpresa ya la habíamos perdido, faltaban muchas millas por recorrer y seguramente vendrían a interceptarnos los aviones Harrier, para los cuales no teníamos ningún armamento defensivo”, declaró.

BAM San Julián mayo 1982. Cap Demierre, 1er.Ten. Callejo, Cap. Dimeglio, Vcom. Villar, 1er.Ten Román, Cap. Dellepiane, 1er.Ten. Musso
BAM San Julián mayo 1982. Cap Demierre, 1er.Ten. Callejo, Cap. Dimeglio, Vcom. Villar, 1er.Ten Román, Cap. Dellepiane, 1er.Ten. Musso Foto: Norberto Dimeglio

Luego del aterrizaje y esa misma tarde, ya en Rio Gallegos, unidad a la que se habían mudado el 8 de junio, “realicé un vuelo para probar unas espoletas que modificaron nuestros Ingenieros, para lograr una mayor efectividad de explosión con el lanzamiento de las bombas”, recordó.

Y destacó: “En mi caso, luego del repliegue a Tandil del Escuadrón, me tuve que quedar porque el Dagger C-421 tenía una falla que no le permitía volar. Nuestros mecánicos trabajaron varios días sin descanso y con muy bajas temperaturas, hablamos del 22 de junio en Río Gallegos, hasta que esa mañana me proponen realizar un corto vuelo de prueba y si el avión funcionaba bien, lo equiparían con tres tanques de combustible adicionales para realizar el regreso a Tandil. Hice el vuelo con alguna falla remanente no grave, pero con la palabra “santa” de mis mecánicos, de que el avión iba a aterrizar sin problemas en la unidad. De esa manera, aterrizó en Tandil el último avión que no quería dejar nuestro sur, luego de dos horas y dos minutos de vuelo. Mi esposa y familia, el Jefe de turno y los Mecánicos esperaban mi llegada”.

¿Cómo es hoy la vida de un veterano de Malvinas?

“Somos reconocidos por alguna parte del pueblo que tiene interés en conocer que pasó, cómo lucharon los hombres que tuvieron que participar del conflicto. Nuestro pueblo es muy voluble, muy blanco o negro, Ford o Chevrolet, River o Boca, ganaste o perdiste. A nivel gobierno y de acuerdo a quien está de turno, puede ocuparse u olvidarse de los combatientes, obvio, ellos son parte de nuestro pueblo. No olvidemos que lo importante es: ¿qué hiciste durante la acción, pusiste todo lo que hay que poner, te preparaste y aplicaste lo aprendido?”, destacó

Al comando del mate y escuchando historias Malvinenses
Al comando del mate y escuchando historias Malvinenses Foto: Norberto Dimeglio

Y agregó: “Creo importante citar una frase de Ian Inskip, oficial de navegación del HMS Glamorgan quien participó activamente en Malvinas en 1982. En su libro “Ordeal by Exocet”, página 222 expresa: ‘Responsability for war lies at the feet of politicians. Servicemen do their duty and pay the Price’, ‘La responsabilidad de la guerra está a los pies de los políticos. Los militares cumplen con su deber y pagan el precio’”.

En la actualidad comparto sus días con su esposa Alicia Ester Iriarte, oriunda de Mar del Plata, disfrutando de sus tres hijos y nueve nietos.

“Malvinas reitero, es un Objetivo Irrenunciable que marcó por siempre a nuestras vidas, pero no con tristeza, desánimo o frustración, sino por el contrario: respeto absoluto para los que ofrendaron sus vidas en pos de su recuperación; recuerdos imborrables compartidos con aquellos que volvimos de la lucha; alegría de haber integrado la Fuerza Aérea Argentina, que por palabras de nuestros oponentes y de los profesionales del tema en diversos países, han reconocido a los hombres de nuestra Fuerza Aérea por su valor, coraje, iniciativa, inventiva y superación de muchos límites tan sólo, para defensa de nuestra soberanía en y desde el aire”, concluyó.