Una inesperada situación está ocurriendo en el mercado de los perfumes, ya que por el éxito que tuvo uno muy particular con “olor a limpio”, las marcas comenzaron a replantearse qué es realmente lo que quieren sus clientes. La batalla está en uno de los momentos de mayor incertidumbre, ya que de los aromas cálidos y perfumados se pasaron a los que son similares a los productos de limpieza.
Uno de los más llamativos es el caso de Fresh Couture de Moschino, que por su botella idéntica a un limpiador multiusos, las críticas no pararon de llegar. Sin embargo, la compañía no es la primera vez que rompe con el estereotipo de las perfumerías, ya que su primer entrega fue un peluche que contenía la fragancia.
¿Cuál es el motivo de que los clientes eligen oler a limpio que a las fragancias tradicionales?
Este rotundo cambio que se generó en la sociedad tiene una explicación que dio en una entrevista reciente el perfumista Jerôme di Marino, Académico Sillón Haba Tonka de la Academia del Perfume, quien aseguró que “la palabra ‘limpio’ viene del latín limpidus, relacionándose con Lympha, una diosa romana del agua”.
Y continuó: “El agua siempre tuvo un papel central en los rituales de limpieza desde la época romana hasta día de hoy: es clave en la limpieza corporal, la limpieza del hogar o el cuidado de la ropa; son hábitos de higiene culturales que se han inscrito en nuestro día a día. Así nacieron líneas de productos dedicados a cada tipo de limpieza, con códigos olfativos muy específicos”.
Por otra parte, el especialista aseguró que “el olor a limpio en fragancias hace referencia a ellos. Pueden evocar el olor a jabón de Marsella o a champú. Pero también pueden ser evocaciones de olores a ropa limpia o tintorería, detergente y suavizante. Como el adictivo perfume fresco de los suavizantes ‘azul’, que va dotando a la ropa limpia ese olor tan característico”.