Qué pasó con Vicentín, el gigante de la soja argentina que Alberto Fernández quiso expropiar y hoy corre riesgo de desaparecer

En medio de una deuda millonaria, la sequía y una justicia que no termina de definirse ponen en riesgo a una de las empresas más importantes del país.

Vicentín, el gigante del campo argentino que corre peligro.
Vicentín, el gigante del campo argentino que corre peligro.

En diciembre de 2019, la empresa Vicentín anunció que entró en default dejando una deuda millonaria a sus espaldas con constantes problemas financieros. El dato era que el gigante encargado de la exportación de harina y aceite de soja en alimentos y biocombistubles, estaba al borde de desaparecer.

Las deudas que dejaron Gustavo Nardelli y Alberto Padoan, quienes comandaban la empresa, puso en riesgo de desaparecer uno de los orgullos del campo argentino. Esto llevó a que Alberto Fernández declare que la firma “será declarada de utilidad pública” y elevó un proyecto para expropiarla.

Avellaneda.  Marcha protesta contra la estatizacion de Vicentin productores agro.  20 junio 2020 foto gentileza Clarin
Avellaneda. Marcha protesta contra la estatizacion de Vicentin productores agro. 20 junio 2020 foto gentileza Clarin Foto: LVI

El caos político que llevó dicho anuncio en plena crisis de cuarentena y con una oposición que se aferró a esto para impulsar el discurso contra el Gobierno, fue un golpe que dejó tambaleando a la administración de Fernández, que lo llevó a terminar con una imagen negativa en niveles récord.

El gigante argentino en 2007 tomó la decisión de expandirse en sus negocios que lo llevaron a incursionar en rubros como el biocombustible, confección textil, agroquímicos, vinos, miel e insumos farmacéuticos, entre otros. La toma de deuda para enfrentar estos proyectos llevaron a que la empresa acumule una deuda que en diciembre de 2019 ascendió a U$S 300 millones, con un dólar equivalente a 40 pesos.

A partir de ese entonces, los directivos de la empresa aseguraron que la deuda se volvió “impagable” y de ese modo entró en default en diciembre de ese año.

La empresa solicitó en febrero del ‘19 la apertura de su concurso preventivo de acreedores. En total, según medios judiciales, la deuda de la compañía asciende a u$s1.350 millones, de los cuales unos 1.000 millones corresponderían a préstamos de los bancos y el resto a empresas del sector agrícola. El Banco de la Nación es uno de los principales acreedores.

Con el cambio de gestión a comienzos del año, las nuevas autoridades de la entidad oficial iniciaron un sumario administrativo luego de detectar que durante la gestión de Cambiemos el Banco Nación le otorgó préstamos a Vicentín por $18.700 millones.

Vicentín mostró una duda "impagable" en diciembre de 2019 y puso en alerta a todo el mercado de granos.
Vicentín mostró una duda "impagable" en diciembre de 2019 y puso en alerta a todo el mercado de granos.

Para reestructurar esa deuda, acreedores y proveedores de cultivos acordar comenzar un consorcio que estaría liderado por Viterra, respaldado por Glencore Plc y Bunge Ltd, quienes se harían cargo de las operaciones. Esto le daba vida a la empresa que supo liderar al principal sector económico del país.

Sin embargo, sobre finales de mayo de 2023, se informó que Bunge y Viterra, propiedad de Glencore, estaban en conversaciones para un gran acuerdo. Este acuerdo fortalecería aún más el comercio agrícola mundial y acercaría a Bunge a sus principales competidores globales, como Archer-Daniels-Midland y Cargill. En resumen, están considerando fusionarse para expandirse en varios países y competir a nivel global en el comercio agrícola.

A esto se le suma un problema en la justicia que apunta directamente contra el juez civil Fabián Lorenzini, quien está a cargo del proceso para definir el concurso preventivo de Vicentín. Allí, una de las empresas que participa de este proceso denunció al magistrado por una “muestra de parcialidad y mal desempeño de funciones”.

Gustavo Feldman, abogado de la empresa Commodities, en declaraciones al diario La Capital, abundó que “Lorenzini quiere venir a Rosario, a 500 kilómetros de su jurisdicción, a un fuero distinto al propio, para hablar con jueces y fiscales para levantar las cautelares para poder aprobar la propuesta fraudulenta en el concurso”.

A esto hay que sumar que la fuerte sequía de la soja llevó a que el principal negocio que tenía la compañía: cobrar a sus rivales una tarifa para procesar la soja en sus plantas. Ese flujo de ingreso se agosta a medida que pasan las semanas producto de la peor cosecha en años.

Por qué la fusión entre Bunge y Viterra pondría en peligro el negocio de la soja en Argentina

Se trata de la unión de dos de las empresas multinacionales más importantes en el comercio de la agricultura que podría controlar el comercia en las principales potencias como Estados Unidos, Australia y Brasil. Mientras, Canadá y Argentina quedarían detrás en el negocio que estaría controlado por pocas empresas.

La combinación de Bunge y Viterra en regiones como Norteamérica y Europa ciertamente fortalecería la presencia de la empresa combinada allí y la pondría al mismo nivel que ADM”, dijo Seth Goldstein, analista de acciones de Morningstar.

Argentina podría quedarse fuera del negocio de venta de granos en el mundo.
Argentina podría quedarse fuera del negocio de venta de granos en el mundo.

“Bunge ya es líder en Sudamérica. Esa podría ser una región donde se requieran algunas desinversiones si se concreta el acuerdo, para asegurar que aún haya competencia”, agregó en diálogo con el sitio Agrolatam.

Bunge y Viterra trituran canola en tierras canadienses, incluidas plantas en proximidad en el sur de Manitoba, así como en el este de Canadá. Además, las dos empresas también crearían un exportador dominante en Brasil y un líder en trituración de soja en Argentina, según analistas.

Bunge fue el año pasado el mayor exportador de maíz y soja de Brasil, la principal fuente mundial de estos cultivos para la fabricación de alimentos para animales y biocombustibles, según datos del agente de envío