El Tucu, cartonero por necesidad, motoquero por elección

Otra historia en el ojo de mi amigo Juan Osvaldo Ávila.

Cartonero y motoquero en Arroyito, la historia del Tucu
Cartonero y motoquero en Arroyito, la historia del Tucu Foto: Raúl Ferreyra

“Hacía mucho que no te veía”, fue lo único que me salió cuando me volví a cruzar con Juan, mi amigo, con el que nos seguimos debiendo el café, el de la historia del Bar del Califa y de otras tantas que registraron su memoria y el lente de su fiel amiga.

Un poco sorprendido me dice que tiene una historia para mí, y que tiene que ver con un tipo muy especial, a lo que le presto mi atención y comenta “Con el espíritu y la voluntad de siempre, manteniendo el objetivo que me unió a Luis Arias y a Raúl Ferreyra (mis amigos) esto que, en sus inicios parecía una utopía, el hecho de ir descubriendo día a día las simples cosas de la vida que nos rodean es la razón por la que, con una cita previamente acordada un par de meses atrás, esta vez sin Luis nos llegamos a su domicilio”.

Cartonero y motoquero en Arroyito, la historia del Tucu
Cartonero y motoquero en Arroyito, la historia del Tucu Foto: Raúl Ferreyra

Agrega “con una modestia hasta ese momento desconocida por Raúl y yo, nos abrió las puertas de su humilde hogar y, charla de por medio, fuimos descubriendo a este gigante corazón de niño, pinta de oso, de esas películas que años atrás veíamos como con el paso del tiempo y su dura realidad mantenía sus sueños de la infancia. Nos contó lo duro que fue en su Tucumán natal la experiencia de trabajar desde niño por necesidad familiar y obedeciendo el mandato de su padrastro en la zafra y en las quintas de los alrededores”.

“Quizás, sin saberlo nosotros, quienes invadimos su hogar, fuimos despejando dudas o encontrando las respuestas correctas a lo que quizás sean prejuicios que todos tenemos la razón de ser CARTONERO POR NECESIDAD Y MOTERO POR ELECCIÓN. Nos contó también que durante un tiempo fue empleado de una conocida empresa de la ciudad a la cual renunció, por algunas razones que podemos compartir o no, y después de un tiempo cuando el dinero de la indemnización se fue acabando y creciendo sus necesidades empezó a juntar cartón, papel o lo que encuentra en la calle y que sirva para vender convirtiéndose así en “Cartonero”.

Cartonero y motoquero en Arroyito, la historia del Tucu
Cartonero y motoquero en Arroyito, la historia del Tucu Foto: Raúl Ferreyra

“¡También nos habló del sueño que como padre mantiene de que sus hijos estudien para no tener ellos la misma realidad! ¡Pero la curiosidad seguía en nosotros y fue así como nos habló que ser Motero fue su sueño de niño, que un pariente y amigo le regaló una moto que él mismo fue restaurando de a poco y que hoy le permite cumplir con esos sueños de libertad que de niño acunó, de recorrer algunas zonas del país o asistir a distintos encuentros de motos”.

Algo que a mi también me sorprendió “¡Orgulloso posó para la foto con su colección de pequeños autos y motos de juguetes, que encuentra en la basura o en la calle! ¡Los restaura con mucha dedicación, convirtiendo a este gigante pinta de oso en un niño que lucha día a día, a pesar de la dura realidad que le toca vivir, por mantener los sueños que de niño tenía!. ¡Nos despedimos como siempre fotos previas y un hasta siempre!. Gracias Tucu, como todos te conocen, por tu hospitalidad y enseñarnos la importancia de mantener los sueños que de niños tenemos”.

Cartonero y motoquero en Arroyito, la historia del Tucu
Cartonero y motoquero en Arroyito, la historia del Tucu Foto: Raúl Ferreyra