El tercer miércoles de octubre de cada año se celebra en la Argentina el Día Nacional de la lucha contra la Obesidad. Para tener una alimentación saludable, la educación alimentaria y el etiquetado frontal de los alimentos son sumamente importantes.
Según la Licenciada Noel Argüello, especialista en sobrepeso y Obesidad, en nuestro país existe un sistema de etiquetado nutricional confuso y la persona que compra determinado producto se rige más por el precio o por la publicidad que por la información que aporta. "Es un etiquetado complejo de leer, en muchos productos se indican con letra miniatura los ingredientes y la tabla nutricional, muchas veces imposible de leer bien", indicó.
Además, la mayoría de los consumidores no sabe analizar e interpretar los valores detallados en el rotulado nutricional y, por eso, la especialista señala que es importante acompañar está política con educación alimentaria para enseñar a la población a leerlo.
"Si comparamos otros países donde ya se ha implementado el etiquetado frontal, las encuestas indican que, cuando el consumidor tiene disponible delante de sus ojos la información nutricional tiene más herramientas para elegir qué comprar. Y a la vez, es una forma de estimular a los productores de alimentos a inclinarse por preparaciones más saludable", explicó Argüello, que se dedica al abordaje Conductual y Cambio de hábitos desde su consultorio en Córdoba.
Proyecto de Ley del etiquetado frontal
La licenciada Argüello explicó en detalle en qué consiste la ley del etiquetado frontal para los alimentos que el Gobierno Nacional está cerca de aprobar:
La ley del etiquetado frontal para los alimentos, basado en un sistema de advertencias, destinado a mejorar las elecciones alimentarias y contribuir a disminuir las cifras crecientes de sobrepeso y obesidad que existen en nuestro país.
El proyecto de ley establece que los productos deberán llevar un etiquetado en la cara principal del envase un sello de advertencia de forma octogonal, para informar al consumidor sobre el alto contenido de sodio, azúcares o grasas. Es fundamental que se acompañen estas medidas con educación alimentaria para enseñar a la población a leerlo.
En caso de contener edulcorantes, el envase contendrá una leyenda por debajo de los sellos de advertencia con la leyenda: "contiene edulcorantes, no recomendable en niños/as".
En cuanto a los valores máximos de calorías, azúcares totales, grasas saturadas y sodio en los productos "deben cumplir los límites del Perfil de Nutrientes de la Organización Panamericana de la Salud".
Ventajas del etiquetado
Es simple, fácil de entender e interpretar por toda la población, permite leer de manera práctica y tomar la decisión de comprar o no un producto o reemplazarlo por otro.
Desventajas
- No contempla a los ingredientes de preparación, sino a los productos terminados.
- No contempla a los aditivos alimentarios.
- Muestra lo negativo y no lo positivo de un producto.
"Muchos saben que existen nutrientes críticos que consumiéndolos en exceso tienen incidencia en enfermedades crónicas no transmisibles. Pero no cuentan con herramientas para detectar y saber si la calidad del producto que están adquiriendo es perjudicial para su salud o si la cantidad que consumen están dentro de los valores adecuados", cerró la Licenciada Noel Argüello, especialista en sobrepeso y Obesidad (MN 3174).