El desgarrador mensaje de la hija de Ivana Milio: "Me siento cómplice"

Renata, la hija de Ivana Milio, atraviesa momentos muy duros desde que mataron a su mamá el 28 de octubre de 2018 en su casa de San Martín. En los últimos días se ha abierto a expresar sus sentimientos en las redes sociales en coincidencia con el juicio a Julio Mendoza, quien era pareja de Ivana y el único imputado en la causa. Uno de sus últimos posteos asegura que se siente cómplice por lo sucedido pese a que sabe que no tiene la culpa. "Ella me pidió que no dijera nada y no lo hice, sentía miedo, vergüenza", dijo.

​Con tan solo 13 años, Renata descubrió a su madre asesinada aquél fatídico día. Ella vivía con su mamá y el novio de ella al Este de Mendoza. Ese domingo la adolescente había estado con una amiga y cuando volvió a su casa encontró el cuerpo sin vida. Desesperada, corrió hasta lo de una vecina a pedir ayuda y para llamar por teléfono a su papá. 

En una historia de Instagram, Renata escribió: "Yo se que no tengo la culpa de la mierda que se mandó ese infeliz, pero también sé lo que he visto con mis propios ojos, esos comentarios fuera de lugar por parte de Julio (asesino de mi mamá), le sacaba plata, se burlaba de ella, la manipulaba. Mi mamá lo esperaba con la comida lista, el uniforme planchado, todo limpio y ella impecable", publicó la joven. 

Y agregó: “Me acuerdo cuando yo llegaba y había veces que ella simplemente me pedía estar sola, yo la iba a mirar a escondidas, ella lloraba, en silencio, pero cuando yo entraba se limpiaba la cara y me decía 'estoy bien'. Yo sabía que no era así, pero sin embargo, nunca dije nada”.

Y contó que una noche eran las 2 de la mañana, estaban conversando los tres cuando Julio empezó a insistirle a Ivana que salieran, ella no quería, pero sin embargo fueron. Renata se quedó preocupada, trataba de comunicarse con su mamá y no podía. Pasó una hora y escuchó el auto de Ivana, pero ella no venía, estaba solo Julio. Empezó a golpear el portón, a pegarle piñas y patadas, intentó subirse al techo de la casa. Le gritaba a Renata que le abriera la puerta. Ella no lo hizo.

Un ratito después llegó Ivana, descalza, entró por la puerta de atrás y empezó a apagar las luces para que Julio no la viera. Renata le preguntó qué había pasado y ella le dijo: "Julio me dejó tirada en un bar lleno de hombres, sola, sin plata y sin batería en el celular".

"Nos quedamos sentadas abrazadas las dos abajo de la ventana mientras escuchábamos las mierdas que nos decía él. Luego nos fuimos a su habitación y ahí me contó todo: la gorreaba, le sacaba plata, etc. Me pidió que no dijera nada y yo no lo hice, sentía miedo, vergüenza", cerró su duro relato la adolescente.