Semillas propias surgidas de nuestro huerto

Estas son algunas de las principales técnicas para guardar semilla al finalizar la temporada que estamos transitando, hacer esto todos los años va a generar que mantengamos una genética en particular de nuestras verduras y frutas que se va a mantener durante los años para ir perfeccionándolo.

Las huertas comunitarias, actividades bastante presentes en la ciudad de Oberá.
Las huertas comunitarias, actividades bastante presentes en la ciudad de Oberá.

La primavera y el verano propician el crecimiento y desarrollo de las especies, brindando la posibilidad de lograr producción de semillas que podrán ser utilizadas en la campaña siguiente.

¿Por qué debemos guardar semillas?

Las motivaciones pueden ser varias, pero fundamentalmente porque nos permite adelantar la siembra, lograr una cosecha temprana e independizarnos de la fecha de distribución de semillas que se realiza desde el programa Prohuerta. Otras razones pueden ser que hay semillas de especies que son difíciles de conseguir en el mercado, hay otras que las consideramos de importancia para nuestra alimentación, o porque queremos conservar variedades que se han logrado mantener a lo largo de los años y están adaptadas a las condiciones locales de cultivo.

¿Qué plantas debemos seleccionar?

Debemos elegir aquellas plantas que poseen los caracteres que serán necesarios que permanezcan en la descendencia.

La primera característica deseable es la sanidad: debemos elegir una o varias plantas sanas, de buen tamaño y vigor.

Se recomienda coleccionar de varias plantas, de frutos o semillas similares en su aspecto y que visualmente se encuentren sanos.

Debemos evitar guardar semillas de frutos adquiridos en verdulerías cuya procedencia es desconocida, (pueden provenir de plantas híbridas) y su producción puede llegar a ser menor o diferente a la esperada.

telam 02-05-2021 Rosario: La Secretaría de Agricultura Familiar Campesina Indígena (Safci) promueve, por primera vez desde el Estado nacional, la producción y el rescate de semillas nativas y criollas a través del programa SemillAR, una iniciativa que busca "recuperar y multiplicar la diversidad biológica y cultural, y revalorizar el rol de agricultoras y agricultores como guardianes de las semillas".
Foto Télam
telam 02-05-2021 Rosario: La Secretaría de Agricultura Familiar Campesina Indígena (Safci) promueve, por primera vez desde el Estado nacional, la producción y el rescate de semillas nativas y criollas a través del programa SemillAR, una iniciativa que busca "recuperar y multiplicar la diversidad biológica y cultural, y revalorizar el rol de agricultoras y agricultores como guardianes de las semillas". Foto Télam Foto: telam

¿Cómo cosechamos la semilla?

Podemos clasificar la cosecha de semillas hortícolas de acuerdo a:

- si son provenientes de inflorescencias

(ejemplo: cebolla, perejil, albahaca, lechuga, achicoria): cuando el 50% de la inflorescencia está seca se corta y se coloca en una bolsa de papel o lienzo y se cuelga para que se termine de secar.

- si son provenientes de fruto: En el caso de tomate, una vez que alcanza su maduración en un tono parejo, se cortan los frutos en trozos pequeños y se dejan fermentar con un poco de agua en un frasco durante uno a dos días, con el fin de favorecer el lavado, la eliminación de los mucílagos y controlar algunas bacteriosis y cancrosis.

Este tipo de fermentación se aplica a los frutos pulposos como melón, pepino, sandía y zapallo. Para el pepino se recomienda 4 a 6 días de fermentación a 18 ºC.

Pasado este periodo, se lava el residuo y se separan las semillas que van al fondo del recipiente.

Luego, se seca a la sombra y se guarda en bolsa de papel. Nunca secar al sol porque se puede alterar la viabilidad de las semillas. Se pueden emplear estufas pero con un control de temperatura que no supere los 35°C.

En el caso del pepino, se deja en planta hasta que se tornen de un color amarillento.

Luego procedemos de la misma manera que para el tomate.

El zapallo de tronco debe alcanzar un verde oscuro intenso para su maduración.

Para la calabaza el tallo debe tomar un color crema. Se sacan las semillas de los frutos maduros, se lavan, se secan a la sombra y se guardan en bolsitas de tela.

Para el caso de la berenjena, se debe extraer la zona carnosa donde se encuentran las semillas y envolver en abundante papel, luego de unos días se deshidrata y se pueden extraer fácilmente las semillas.

- si son provenientes de vainas: Los porotos se cosechan cuando las vainas están casi secas y las semillas duras. Se desgranan las chauchas, se dejan secar las semillas a la sombra y se guardan en un frasco cerrado para que no entren gorgojos.

Las vainas de semillas más chicas, como las de las coles, se guardan enteras en lienzo o bolsa de papel y se dejan secar hasta que se abran. Tan importante como la cosecha de semillas de plantas hortícolas es la de flores que se encuentran en nuestra huerta y resultan atractivas para los insectos. En general brindan abundante floración y se cosechan en otoño.

Guardado de semillas
Guardado de semillas Foto: viacampo

Ya tengo las semillas, ¿Cómo sigo?

Antes de guardarlas es necesario realizar el secado para prolongar la vida, prevenir o evitar que germinen y para reducir la posibilidad de daños por insectos, hongos etc. Para comprobar si las semillas están secas y listas para almacenar, se hace la siguiente prueba: se mezclan las semillas con sal común en un frasco de vidrio.

Si la sal se pega a las paredes, significa que ha absorbido agua de las semillas por tanto aún no están listas y secas para almacenar, esas semillas deben descartarse. Para ello se pueden emplear desecantes como por ejemplo carbón vegetal, arroz, maíz o sillico gel.

Se dejan en un frasco con tapa durante 15 a 20 días y se vuelve a realizar la prueba con sal. Es importante consignar en el rotulado, la fecha de recolección, especie y variedad y el lugar donde se cosechó.

Los frascos de vidrio con tapa a rosca donde se almacenen, deben guardarse en lugares oscuros.