El papa Francisco aterrizó en Santiago de Chile este lunes, pasadas las 19 horas, para una visita de tres días que luego incluirá a Perú en su sexta gira latinoamericana, en la que tendrá como uno de los desafíos principales afrontar los casos de abusos sexuales en la iglesia trasandina y la situación de los pueblos originarios.
El vuelo de Alitalia que trajo a Francisco tocó pista del aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago de Chile a las 19.13 y diez minutos después saludó a a presidenta Michelle Bachelet y a la cúpula de la Iglesia Católica chilena.
Tras escuchar a un coro de niños interpretar una canción típica y bendecir a la gente en el aeropuerto, Francisco partió en un auto cerrado pero con la ventanilla totalmente abierta hacia la parroquia San Luis Beltrán, situada a pocos minutos de viaje de la terminal aérea.
La caravana oficial llego a la parroquia a las 19.52 y durante el trayecto Francisco con su brazo extendido saludó al público que agitaba banderas del Vaticano y de Chile.
El papa visitó allí la tumba de monseñor Enrique Alvear Urrutia de notable labor por los más necesitados y llamado "El Obispo de los Pobres", que falleció el 21 de abril de 1982.
Luego, en el mismo vehículo, partió a las 19.57 hasta la intersección de la calle Brasil y la avenida Libertador Bernardo O'Higgins, para abordar por primera vez el Papamóvil y dirigirse por la principal avenida de Santiago y Providencia hasta la Nunciatura Apostólica, en la calle Monseñor Sótero Sanz.
Se trata de la segunda visita oficial a ese país de un jefe de estado de El Vaticano luego de 30 años.
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